Las iniciativas de sostenibilidad son las políticas y procedimientos que adopta una empresa para demostrar un compromiso con las prácticas ecológicas. Las iniciativas generalmente involucran los sectores de energía, materias primas, transporte, comercio minorista y tecnología de la información. La sostenibilidad en un contexto empresarial tiende a caer bajo el paraguas de la responsabilidad social corporativa. Es el tipo de iniciativa que gana fuerza en la medida en que una corporación cree que los consumidores se preocupan por la postura de la corporación sobre el tema.
La noción científica de la disminución de la viabilidad ecológica de la Tierra debido a los gases de efecto invernadero y otros impactos ambientales, conocidos como calentamiento global, ha sido el ímpetu tradicional para las iniciativas de sostenibilidad. Antes de finales de la década de 2000, la opinión popular era que el calentamiento global era una especie de fabricación de ecologistas rabiosos. Sin embargo, en la última parte de la década, una confluencia de la realización de películas sobre el tema, la promoción de personajes famosos, un premio Nobel otorgado por la conciencia del tema y los movimientos de las redes sociales llevaron el tema a la conciencia general de una manera positiva.
La política del gobierno en muchos países cambió para reflejar esta nueva conciencia de sus circunscripciones. Los estándares de eficiencia energética, el reciclaje, el control de emisiones, la conservación, las innovaciones en el transporte público y el desarrollo de nuevas fuentes de energía se convirtieron en temas candentes para la regulación y el desarrollo del gobierno. Los gobiernos presionan a las empresas de todos los sectores para que adopten estas nuevas preocupaciones y las incorporen a sus cadenas de producción y suministro. Sin embargo, cambiar la forma en que una empresa hace negocios es una propuesta costosa y requiere pruebas de que dará como resultado una ganancia rentable.
Las iniciativas de sostenibilidad son cambios en las prácticas comerciales que una empresa adopta para disminuir su impacto negativo en el medio ambiente. El sello distintivo de este tipo de iniciativa es un cambio que demuestra la preocupación de la compañía por la protección del medio ambiente actual para las generaciones futuras. Por ejemplo, una empresa de electrónica puede disminuir la cantidad total de envases que utiliza y cambiar a materiales reciclables para demostrar un compromiso con la sostenibilidad. También puede instituir un sistema para aceptar productos electrónicos obsoletos de los clientes, asumiendo la responsabilidad y el costo de disponer adecuadamente de los artículos para evitar la contaminación de los vertederos.
El resultado final de las iniciativas de sostenibilidad corporativa es la capacidad de ser respetuoso con el medio ambiente y al mismo tiempo obtener ganancias. En consecuencia, el ímpetu final detrás de muchas de estas iniciativas es la creencia de la compañía de que los cambios son importantes para el consumidor. Los consumidores a menudo aplauden las iniciativas sostenibles y las apoyan con sus billeteras, pero solo en la medida en que no estén terriblemente incomodados, puedan permitirse el lujo de una opción más costosa y sientan que la opción sostenible es el equivalente funcional de la opción menos sostenible. Un ejemplo de este enigma es la lenta adopción de autos más pequeños y eficientes en combustible en los EE. UU., Donde las encuestas de los consumidores parecen indicar una opinión favorable de tales autos, pero las compras reales tienden a creer esa postura.
Inteligente de activos.