Las pautas dietéticas son consejos nutricionales para estadounidenses provistos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Cada cinco años, estas agencias publican un nuevo conjunto de pautas sobre qué alimentos disminuyen las posibilidades de enfermedad y benefician la salud personal. Los programas educativos de dieta y ejercicio patrocinados por el gobierno utilizan estas pautas como su fuente principal para determinar el enfoque de sus programas.
Todos los estadounidenses mayores de dos años pueden usar las pautas dietéticas. Están destinados específicamente a un público estadounidense debido a la alta tasa de obesidad del país, que se cree que es causada por una dieta poco saludable y la falta de actividad física. Estas pautas también son la base de la información nutricional en el envasado de alimentos, que muestra qué porcentajes de grasa, calorías y otros nutrientes contiene un alimento en particular. No solo describen la ingesta recomendada de calorías, grasas y colesterol para los grupos de edad estadounidenses, sino que también relacionan los riesgos específicos de enfermedad que conlleva no seguir las pautas. Estas enfermedades incluyen enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 e incluso cáncer.
Las pautas también sirven como una forma de informar inquietudes nuevas o continuas que los investigadores han encontrado con la dieta estadounidense. Esto puede incluir hallazgos sobre qué nutrientes clave les faltó, como calcio, fibra y potasio. También desglosan las deficiencias nutricionales encontradas en edades específicas y otros grupos de población, y dan recomendaciones sobre cómo agregar las vitaminas y nutrientes adecuados a sus dietas.
En general, las pautas dietéticas no se publican para que el estadounidense promedio las lea. En cambio, están destinados a los formuladores de políticas federales, nutricionistas y profesionales médicos como una base científica para educar al público. El gobierno federal los usa para decidir en qué temas enfocarse en los programas de educación nutricional en las escuelas, o para promulgar legislación basada en la nutrición. Por ejemplo, el gobierno usó estas pautas para decidir que la comida debe contener menos de 3 gramos de grasa por porción para ser anunciada como baja en grasa.
Los nutricionistas y los profesionales médicos usan las pautas dietéticas para dar consejos adecuados sobre dieta y nutrición a sus pacientes. Estas pautas se utilizan como una forma de mantener a todos los profesionales de la salud en el mismo camino sobre lo que constituye una dieta saludable para que los estadounidenses no obtengan información de salud contradictoria. También proporcionan una investigación actualizada para usar como base para las recomendaciones de dieta a los pacientes porque las pautas están sujetas a cambios cada cinco años.