Una bolsa resistente al fuego, también llamada bolsa a prueba de fuego, es un estuche de transporte liviano que está hecho para transportar documentos, dinero u otros materiales que deben protegerse de posibles daños, específicamente de daños por incendios. Existen diferentes variedades de materiales y telas con las que se pueden construir estos tipos de bolsos, y pueden venir en una variedad de formas y tamaños, con diferentes tipos de características. Se utilizan principalmente cuando su contenido debe transportarse con frecuencia, y cuando los tipos convencionales de contenedores ignífugos, como las cajas fuertes, son simplemente demasiado difíciles de transportar de un lugar a otro.
Dado que la mayoría de los tipos de documentos y billetes se quemarán muy fácilmente, una bolsa resistente al fuego puede ser una buena defensa para protegerlos en caso de incendio. Además del dinero, los tipos de documentos comúnmente contenidos dentro de estas bolsas pueden incluir certificados de nacimiento, pasaportes, escrituras, títulos, antigüedades en papel y muchos otros tipos de documentos confidenciales o únicos. Además, se puede usar una bolsa resistente al fuego para prácticamente cualquier cosa que su transportista desee proteger, siempre y cuando se ajuste.
El material de una bolsa resistente al fuego debe estar hecho de material resistente al fuego, como el asbesto o la fibra de vidrio. Varias capas de material incombustible pueden cubrir los bolsillos y los costados de la bolsa, así como una capa de material metálico para ayudar a desviar el calor. Juntas, estas capas también pueden ser útiles para proteger el contenido del daño del agua.
Los diseños de bolsas resistentes al fuego varían de simples a más complejos, y pueden incorporar uno o varios bolsillos con cremallera. Cada aspecto debe ser creado para ayudar a prevenir daños por fuego; por ejemplo, las cremalleras generalmente están cubiertas con solapas para ayudar a protegerlas. Muchas bolsas también están diseñadas para fines de seguridad, por lo que las cerraduras pueden ser un componente incorporado importante.
Si bien la bolsa puede evitar que lo que está dentro se queme, su contenido podría verse afectado por cantidades extremas de calor. Por ejemplo, la bolsa no puede evitar que un disco compacto se derrita en un fuego intenso. Como hay diferentes tipos de incendios, el nivel de resistencia a menudo variará dependiendo del material del caso, así como de la intensidad del fuego. Una bolsa resistente al fuego podría durar un incendio rápido en un automóvil, por ejemplo, pero no ser lo suficientemente resistente como para sobrevivir al incendio de una casa, donde puede ser necesaria una defensa más fuerte para temperaturas mucho más altas.
Un uso común de las bolsas resistentes al fuego es el transporte de dinero y documentos entre empresas, bancos y otras instituciones financieras. Su uso es a menudo obligatorio debido a la alta probabilidad de incendios cuando ocurren accidentes automovilísticos, a pesar de que la mayoría de los tipos de vehículos blindados están construidos para ser algo ignífugos. Los diseños de las bolsas también se prestan para ser más seguros contra el robo que los estuches de transporte típicos.