La conexión entre el mercado y el riesgo crediticio depende de las definiciones de los términos, que no están firmemente establecidos. El riesgo de mercado se refiere a los factores potenciales que pueden afectar el valor general de una cartera de inversiones. Por lo general, estos se desglosan en riesgos de materias primas, divisas, capital e intereses. El riesgo de crédito puede definirse como todos los riesgos que enfrenta un inversor que implican crédito, o simplemente el riesgo específico de incumplimiento del prestatario. Dependiendo de la definición de riesgo de crédito, es posible que el riesgo de mercado y de crédito sean contrapartes, o que el riesgo de mercado sea un elemento de riesgo de crédito.
Hay cuatro componentes principales para el riesgo de mercado. El riesgo cambiario es que los tipos de cambio cambiarán de manera desfavorable para el inversor. El riesgo de los productos básicos es que los precios de los productos básicos cambiarán de manera desfavorable para el inversor. En ambos casos, también existe el riesgo de que aumente la volatilidad de los precios. Esto hace que las inversiones, como los contratos de opciones, sean más impredecibles, lo que a su vez los hace menos atractivos para los inversores y, por lo tanto, puede reducir su valor de mercado.
El tercer riesgo es el riesgo de capital, el riesgo de que el precio o la volatilidad de las inversiones, como las acciones, cambien de manera desfavorable para el inversor. El riesgo final, el riesgo de interés, es que las tasas de interés prevalecientes cambiarán. Esto puede afectar negativamente a un inversor; por ejemplo, si las tasas aumentan en general, un bono de tasa fija se vuelve menos atractivo para los inversores, lo que puede reducir su valor de reventa.
El riesgo de crédito está menos claramente definido, por lo que la relación entre el mercado y el riesgo de crédito puede ser disputada. Una definición es que el riesgo de crédito es todos los riesgos que involucran a un prestatario que no realiza los pagos acordados. Con algunos tipos de inversión, esto tiene un efecto inmediato en el inversor. Por ejemplo, si una corporación no paga un bono, el tenedor del bono no recibe el dinero que esperaba. Con otros, es un efecto knock-on; por ejemplo, si el titular de una hipoteca cuya póliza se ha vendido como parte de una obligación de deuda garantizada no cumple, el valor de mercado de ese CDO se reduce.
Con esta definición de riesgo de crédito, el riesgo de mercado y de crédito son dos conjuntos separados de riesgo que enfrentan los inversores. Interactuarán hasta cierto punto, ya que los niveles crecientes de impagos tendrán un efecto negativo en todos los mercados financieros. Pero los dos riesgos no son indivisibles. Un inversor en acciones enfrentará riesgo de mercado, pero puede no tener exposición directa al riesgo de crédito.
En una definición alternativa, el riesgo de crédito se refiere a todas las formas de riesgo que enfrentan los inversores. El riesgo de mercado se convierte así en un elemento de riesgo de crédito utilizando esta terminología. En estas circunstancias, los riesgos relacionados con los reembolsos generalmente se denominan riesgos de incumplimiento, que se clasifican como otro elemento del riesgo crediticio más amplio.
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