En los Estados Unidos, una recaudación de impuestos estatales ocurre cuando el Servicio de Impuestos Internos (IRS) confisca los activos de un contribuyente a cambio de impuestos estatales no pagados. Esto es esencialmente un esfuerzo legal por parte del IRS para obtener el dinero que se le debe, y puede venir en forma de embargo de propiedad o embargo de salario. El IRS toma estos pasos solo después de contactar inicialmente al contribuyente en cuestión sobre el dinero adeudado y luego emitir un aviso final. Después de eso, el proceso de recaudación de impuestos estatales comienza y continúa hasta que el contribuyente avance con la cantidad requerida o hasta que se cobre lo suficiente de los activos del contribuyente para satisfacer la deuda.
Los impuestos no pagados pueden generar serios problemas financieros para un individuo. Cuando la cantidad de impuestos no pagados es severa o el tiempo en el que se suponía que debían pagarse ha pasado, el IRS puede usar varios métodos para cobrar esta deuda. El IRS puede considerar un gravamen sobre la propiedad de un contribuyente para garantizar la deuda. En casos graves de impuestos estatales no pagados, un gravamen fiscal estatal puede ser el recurso final y ser excepcionalmente perjudicial para la situación financiera del contribuyente.
En el momento en que se hayan agotado todas las vías para contactar y advertir al contribuyente moroso que pague los impuestos estatales adeudados, se realizará un gravamen fiscal estatal. Una vez que el IRS toma esta decisión, tiene la capacidad de recaudar cualquier parte de los ingresos obtenidos o retenidos por el contribuyente. Esto puede venir a través del embargo de salarios, cuentas bancarias existentes o reembolsos de impuestos estatales.
Un gravamen fiscal estatal también puede incluir la incautación de cualquier propiedad propiedad del contribuyente. El IRS también puede comunicarse con el empleador o el banco del contribuyente para notificarles sobre el acuerdo y sobre el hecho de que cualquier fondo que el contribuyente tenga en su posesión ahora se le debe al IRS hasta que se liquide la deuda. Además, también aparecerá un gravamen en el informe de crédito del contribuyente, dañando aún más su capacidad para salir del agujero financiero.
Dado que un gravamen fiscal estatal es tan severo, los contribuyentes deben conocer las opciones que se les ofrecen para evitar esta situación. En primer lugar, tienen derecho a apelar la tasa y cuestionar su legalidad. Si reconocen que deben los impuestos estatales en cuestión, pueden estructurar un plan de pago con el IRS que sea adecuado para ambas partes. Declararse en bancarrota es otra opción, que, aunque sea una maniobra drástica, puede ser la única forma para que el contribuyente encuentre nuevamente su base financiera.
Inteligente de activos.