La toma de ganancias es el proceso de extraer un rendimiento obtenido de una inversión, a menudo vendiendo la inversión después de que haya ganado una cantidad deseable de dinero por encima del precio de compra original. El inversor puede optar por vender la totalidad o parte de la inversión para participar en la toma de ganancias. Las estrategias de toma de ganancias variarán dependiendo de la naturaleza de la inversión, la cantidad de rendimiento que se gana y los objetivos financieros personales del inversor.
Al evaluar una inversión con miras a la toma de ganancias, los inversores suelen tener en cuenta varios factores. Uno tiene que ver con el rendimiento futuro anticipado de la acción. Si el inversor está seguro de que el valor de las acciones está llegando a su punto máximo, existe una buena posibilidad de que haga los arreglos para vender las acciones lo más cerca posible del período pico. Esto ayuda a maximizar la cantidad de ganancias obtenidas de la empresa, al tiempo que crea ganancias que se pueden canalizar a otras inversiones que prometen comenzar a apreciar su valor.
La estrategia de toma de ganancias puede implicar vender solo una parte de las acciones acumuladas. Hay dos posibles razones para este tipo de transacción. Primero, el inversor puede requerir solo una cierta cantidad de ingresos para financiar un nuevo flujo de ingresos o inversión. En lugar de vender todas las acciones de una acción determinada, una parte se retiene en la cartera, lo que permite que la acción restante continúe generando un rendimiento.
Una segunda posibilidad con la toma de ganancias de acciones de este tipo tiene que ver con el impacto proyectado de vender todas las acciones al mismo tiempo. Si el inversor cree que esta medida crearía una crisis de mercado que provocaría que otras inversiones en la cartera comenzaran a depreciarse en valor, existe una buena posibilidad de que elija vender solo una parte de la inversión total. Este movimiento ayuda a proteger las inversiones restantes al tiempo que proporciona al inversor el efectivo necesario para realizar otras transacciones de inversión.
En general, los inversores desarrollan una estrategia de toma de ganancias basada en sus objetivos financieros individuales. Con los inversores que tienden a ser conservadores, la estrategia de toma de ganancias se puede usar raramente, debido al hecho de que la mayoría de las inversiones en la cartera tienen una baja tasa de volatilidad y es probable que produzcan ganancias pequeñas pero consistentes a largo plazo. Es probable que los inversores más aventureros utilicen la toma de ganancias con mayor frecuencia, especialmente si el objetivo es obtener altos retornos de inversiones más riesgosas. En este escenario, el objetivo es obtener el mayor rendimiento posible y vender la inversión para obtener ganancias antes de que las acciones se reviertan y comiencen a perder valor.
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