Poder de pago es el nombre dado a un programa de pago de hipoteca desarrollado por Fannie Mae. En esencia, este programa permite a los propietarios de viviendas perder dos pagos programados por año con la aprobación previa de la compañía. La teoría detrás del programa es que tener esta red de seguridad les dará a los propietarios un respiro en tiempos de dificultades financieras y, por lo tanto, evitará ejecuciones hipotecarias. Desde que Fannie Mae introdujo el programa en 2003, varias compañías hipotecarias han adoptado programas similares con el mismo nombre.
Los aplazamientos de pagos respaldados por el banco, como el poder de pago, no son una idea novedosa en la industria financiera. Las compañías de tarjetas de crédito han ofrecido históricamente «vacaciones de pago» durante la temporada de vacaciones. Durante estos descansos, el interés continúa acumulándose sin reducción del capital. Como resultado, estos pagos atrasados extienden la duración real del préstamo y aumentan los costos de intereses residuales. Aceptar estas ofertas se considera casi universalmente una mala idea.
Los críticos de los programas de poder de pago advierten que los programas comparten demasiadas similitudes con las ofertas de tarjetas de crédito y en realidad pueden aumentar los costos hipotecarios para los consumidores. Hay cierta validez en esas reclamaciones, ya que la mayoría de los programas esencialmente actúan como préstamos adicionales al principal de la hipoteca original. Esto da como resultado costos de intereses adicionales y un pago mensual más alto después de cada pago hipotecario perdido. Además, muchos titulares de hipotecas cobran una tarifa de uso para usar los beneficios. Esta cantidad también se agrega al capital.
Los patrocinadores de programas como el poder de pago creen que, aunque los pagos atrasados resultan en pagos mensuales altos, en última instancia pueden ahorrarle dinero al consumidor. Primero, la mayoría de los prestamistas cobran tarifas altas por pagos atrasados y faltantes. A menudo, estas tarifas también se tratan esencialmente como préstamos y se agregan al saldo principal. Además, los pagos atrasados o faltantes reducen los puntajes de crédito. Como las tasas de interés de las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles se basan en gran medida en este puntaje, las personas con pagos de hipoteca atrasados a menudo se ven obligados a pagar mayores cantidades de intereses en todos sus presupuestos.
Para aquellos que buscan protección contra la ejecución hipotecaria resultante del desempleo, el seguro hipotecario puede ofrecer una alternativa a los planes de poder de pago. Tradicionalmente, este tipo de seguro garantizaba el pago de la hipoteca en caso de fallecimiento o discapacidad. A medida que la fe en la economía comenzó a disminuir, más compañías de seguros comenzaron a ofrecer pólizas que también protegían contra la pérdida de ingresos por desempleo involuntario. Algunas compañías ofrecen este seguro como una cláusula estándar en todos sus contratos de seguro hipotecario.
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