Las finanzas públicas se refieren a los ingresos recaudados por los funcionarios públicos en sus capacidades oficiales y la forma en que utilizan el dinero. Las principales áreas de preocupación en relación con la gestión de las finanzas públicas es el establecimiento de un sistema eficiente para la asignación de recursos públicos con los consiguientes efectos sobre los factores macroeconómicos y el método por el cual se distribuye el ingreso nacional. Como tal, un estudio de gestión financiera en el sector público incluye un análisis de la forma en que el gobierno puede recolectar recursos de manera eficiente y asignar los recursos de manera efectiva. Esto se puede lograr mediante el establecimiento de objetivos, la rendición de cuentas, los esfuerzos hacia la transparencia, el desarrollo y la gestión efectivos de los activos, así como la capacidad de respuesta a los cambios globales.
El primer paso hacia una buena gestión financiera en el sector público, como en cualquier otra empresa, es el establecimiento de objetivos a corto y largo plazo. Una vez que los líderes son elegidos, deben establecer metas que esperan lograr dentro de sus términos oficiales. Esto se suma a las responsabilidades gubernamentales establecidas, como seguridad, atención médica, infraestructura y bienestar. Cuando los funcionarios públicos conozcan sus planes, tendrán un marco para la asignación de las finanzas hacia la realización de esos planes. Esto infunde aún más una sensación de gasto responsable en los funcionarios y también hace que sea más fácil para el público responsabilizarlos de sus gastos cuando no cumple con el plan.
Otro factor que fomenta y facilita la buena gestión financiera en el sector público es el establecimiento de una estructura mediante la cual las actividades financieras del gobierno, tanto a nivel local como nacional, se ponen a disposición de los miembros de la sociedad. Cuando los funcionarios públicos saben que sus hábitos de gasto están bajo un escrutinio minucioso, esto los alentará a ser más responsables y juiciosos en la aplicación de las finanzas públicas. Uno de los métodos por los cuales el gasto de los funcionarios gubernamentales puede ser monitoreado de cerca es a través de informes periódicos de gastos oficiales y un análisis más detallado por parte de un medio de comunicación libre. Si los funcionarios públicos comprenden que los medios de comunicación y otros vigilantes de la sociedad expondrán cualquier irregularidad financiera, se los alentará a participar en mejores prácticas financieras.
La buena gestión financiera en el sector público incluye el desarrollo y la gestión de cualquier activo inherente a un país. Por ejemplo, si un país tiene recursos naturales, como el petróleo crudo, es deber de los funcionarios públicos desarrollar los recursos y administrar los ingresos de dichos recursos en beneficio de la sociedad en general. En el caso del petróleo crudo, esto podría incluir la construcción de refinerías y la asignación de los ingresos del petróleo crudo y los productos relacionados a las áreas necesarias.
Inteligente de activos.