En la superficie, los canjes de deuda por naturaleza suenan como una gran idea. Al mismo tiempo que reduce la deuda de una nación, un canje de deuda por naturaleza también ayuda a preservar el medio ambiente natural de ese país, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutarlo. Sin embargo, existen serios problemas con los canjes de deuda por naturaleza que hacen que no sean soluciones ideales o adecuadas para cada situación, a pesar de los mejores deseos de todos los involucrados.
Hay dos tipos básicos de canje de deuda por naturaleza. En un canje bilateral, una nación condona la deuda que tiene otro país a cambio de concesiones ambientales. Por ejemplo, Inglaterra podría optar por condonar parte de la deuda brasileña a cambio de una promesa de reducir la deforestación. En un canje de deuda comercial por naturaleza, un banco mercantil vende la deuda de un país a organizaciones no gubernamentales que acuerdan condonar la deuda siempre que el país tome medidas para mejorar sus prácticas de conservación.
Uno de los mayores problemas con los canjes de deuda por naturaleza es que algunas personas los ven como imperialistas y colonialistas. Esto es comprensible, porque el hemisferio norte posee la mayor parte de la deuda en el mundo, y muchas potencias coloniales formales como Inglaterra están involucradas en canjes de deuda por naturaleza. Que una antigua potencia colonial le diga cómo administrar su medio ambiente puede ser difícil de asimilar para algunos países.
Además, los canjes de deuda por naturaleza generalmente solo manejan una proporción muy pequeña de la deuda de un país y no abordan los problemas que llevaron a la acumulación de deuda en primer lugar. Por su naturaleza, los canjes de deuda por naturaleza tampoco abordan las condiciones que podrían conducir a la degradación ambiental y tienden a ser muy difíciles de hacer cumplir.
Los ciudadanos de los países en desarrollo también han expresado su descontento con los canjes de deuda por naturaleza porque no tienen en cuenta las necesidades individuales de un país y sus ciudadanos. Este ha sido un problema importante en áreas con grandes poblaciones indígenas que tienen sus propias técnicas de manejo de recursos ambientales que han estado utilizando durante miles de años. Algunas de estas tribus resienten los canjes de deuda por naturaleza porque pueden conducir a una disminución del acceso a sus tierras nativas.
Cuando un canje de deuda por naturaleza está bien diseñado y las circunstancias individuales de un país pueden ser tomadas en cuenta, puede ser una herramienta para ayudar al mundo en desarrollo a lidiar con la creciente deuda y preservar el medio ambiente. Sin embargo, estos intercambios están lejos de ser una solución permanente a los problemas del mundo y deben combinarse con otras iniciativas para lograr el mayor éxito.