Los signos de hemorroides internas pueden variar. Los síntomas asociados con las hemorroides generalmente consisten en sangrado, picazón y quizás algo de dolor. Conocer los signos que se relacionan regularmente con las hemorroides internas puede ayudar a determinar si existe una causa potencial para la afección. En caso de duda, puede ser conveniente buscar atención médica y someterse a un examen físico.
El pasaje anal se compone de varias secciones de vasos sanguíneos. Su propósito es ayudar a preservar la función intestinal normal a lo largo de la vida de una persona. Debido a varias causas, los vasos sanguíneos pueden inflamarse y causar hemorroides.
Existen dos tipos de hemorroides. Las hemorroides internas se desarrollan en el recto, la parte superior del pasaje anal. Si las hemorroides se producen en la zona inferior del pasaje anal, se denominan externas. Los signos de las hemorroides internas pueden ser algo similares a los de sus contrapartes externas, pero en algunos casos, las hemorroides internas pueden pasar desapercibidas ya que es posible que no sienta ningún síntoma.
En general, la picazón y el sangrado son dos signos comunes de hemorroides internas. El prurito se debe a la irritación de la membrana anal provocada por la secreción de moco de las hemorroides. También es posible encontrar líneas de sangre de color rojo brillante dentro de la taza del inodoro o en el papel de seda después de una evacuación intestinal normal.
El dolor y la incomodidad también pueden ser signos de hemorroides internas, especialmente en los casos en que las hemorroides sustancialmente grandes se hinchan y sobresalen dentro del ano. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el dolor no siempre es un indicio de hemorroides internas. La sensación de tener que defecar inmediatamente después de haberlo hecho puede ser un síntoma que puede producir una sensación desagradable. Si la hemorroide interna es grande, la hinchazón contra el ano puede causar esta molestia.
Las hemorroides suelen aparecer durante un corto período de tiempo y luego desaparecen por sí solas; sin embargo, algunos factores pueden estar relacionados con su aparición. Se supone que uno de los culpables es el esfuerzo frecuente al intentar defecar, quizás debido al estreñimiento. Asimismo, la diarrea crónica también puede contribuir al problema. Las mujeres embarazadas a veces pueden quejarse de síntomas de hemorroides. Es probable que esto se deba al peso adicional que se lleva durante el embarazo, que puede hacer que los vasos sanguíneos del pasaje anal se hinchen. Además, el levantamiento de objetos pesados, la obesidad, la genética y la edad pueden influir.
Cuando hay signos de hemorroides internas, puede haber una serie de soluciones que pueden aliviar algunos de los síntomas. Una variedad de productos de cortisona diseñados para aliviar la picazón y la hinchazón pueden ser una opción, pero solo los puede recetar un médico. El consumo de alimentos con más fibra dietética para ayudar a ablandar las heces también puede ayudar a mantener a raya las hemorroides internas. Aunque las hemorroides generalmente no se consideran una afección médica grave, un examen físico puede ser apropiado para determinar el tipo de hemorroides que se tiene, junto con un curso de tratamiento recomendado.