El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección gastrointestinal en la que el movimiento del material digerido a través de los intestinos y el colon se ve seriamente alterado. Los nervios que controlan el flujo de materia fecal se vuelven hiperactivos, cambiando el ciclo de eliminación natural de la víctima y causando diarrea, estreñimiento o ambos. Los dolores abdominales que se alivian con la defecación, los calambres intensos y la secreción de mucosa blanca en las heces también son indicaciones del síndrome del intestino irritable.
No existe una causa única e identificable del síndrome del intestino irritable y, a menudo, se necesitan años de eliminación de los síntomas para llegar a un diagnóstico adecuado. Muchos médicos señalan que no es lo mismo que la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), aunque algunos pacientes pueden sufrir ambas afecciones al mismo tiempo. El verdadero síndrome del intestino irritable también se conoce como colon espástico o colitis mucosa, lo que puede explicar algunos de los síntomas más preocupantes.
La creencia actual es que los pacientes con síndrome del intestino irritable tienen la misma capacidad digestiva que los que no lo padecen. El problema ocurre cuando los alimentos y el agua digeridos llegan a los intestinos y al colon. Los nervios que controlan los músculos de los intestinos y el colon se ven afectados de alguna manera por factores como el estrés o posiblemente una mayor sensibilidad a ciertos alimentos. Estos nervios se vuelven hiperactivos y provocan dolorosos calambres abdominales. Estos calambres también pueden generar bolsas de gas internas, lo que provoca flatulencia y una sensación de hinchazón.
Si el intestino irritado mueve la materia fecal demasiado rápido a través del colon, el resultado podría ser una materia fecal blanda o diarrea. Si el intestino se mueve demasiado lento, el resultado podría ser estreñimiento crónico. De hecho, los profesionales médicos a menudo asignan una letra para designar los diferentes efectos: IBS-D significa que la diarrea es prominente, IBS-C indica estreñimiento e IBS-A indica un ciclo alterno entre los dos. También hay una forma que parece manifestarse después de una infección; se llama IBS-PI.
El tratamiento médico exitoso del síndrome del intestino irritable no ha sido fácil. Los médicos tienden a recetar o sugerir medicamentos para los síntomas individuales del SII, no para el síndrome en su conjunto. Se sugieren laxantes para quienes sufren de estreñimiento, mientras que los medicamentos antidiarreicos de venta libre parecen controlar los episodios de diarrea. Dado que el estrés puede ser un desencadenante, algunos pacientes también pueden tomar antidepresivos. Hay varios medicamentos experimentales que pueden abordar el aspecto de los calambres nerviosos de la afección, pero los resultados han sido mixtos hasta la fecha.
Con mucha frecuencia, la mejor manera de abordar el síndrome del intestino irritable es un cambio de hábitos alimenticios y de la dieta en general. Las técnicas de reducción del estrés también parecen ayudar a los pacientes a prevenir episodios graves. Esto no se considera una condición fatal de ninguna manera, pero quienes la padecen pueden sentir cierta ansiedad social por los efectos secundarios incontrolables asociados con la condición.