¿Cuáles son los beneficios de utilizar la laparoscopia para detectar el cáncer?

La laparoscopia utiliza un pequeño tubo que se inserta en el abdomen, llamado laparoscopio, que puede visualizar la cavidad abdominal o la pelvis con mayor precisión que una tomografía axial computarizada (TC) o una ecografía. El procedimiento es más invasivo que las tomografías computarizadas o las ecografías, pero también es más definitivo y puede encontrar tumores más pequeños, lo que puede cambiar el curso del tratamiento propuesto para el cáncer. La laparoscopia tiende a realizarse después de que las tomografías computarizadas o las ecografías hayan indicado cáncer en las regiones abdominal o pélvica. Puede indicar a los cirujanos que eliminen más, si no todo, el tejido canceroso.

La laparoscopia después de un diagnóstico de sospecha de cáncer es bastante rutinaria. Es más invasivo que otros medios para identificar el cáncer. Por lo general, uno tendrá una pequeña incisión en el abdomen, se someterá a anestesia y se sentirá cansado e incómodo durante unos días después de la laparoscopia. Sin embargo, el procedimiento en sí se considera ambulatorio, y la mayoría de las personas abandonan el hospital o el centro quirúrgico unas horas después de haberse recuperado de la anestesia.

Sin embargo, uno no está preparado para conducir después del procedimiento. Aquellos que se someten a una laparoscopia deben tener a alguien con ellos que pueda llevarlos a casa. También es aconsejable tener a alguien que pueda ayudar durante al menos el día del procedimiento después de que uno haya llegado a casa.

La razón por la que la laparoscopia es de rutina es que la extirpación quirúrgica de las células cancerosas debe tener como objetivo la eliminación total de todas las células malignas. Si un cirujano no detecta un tumor que no se visualiza en una tomografía computarizada, la recuperación del cáncer puede retrasarse o ser más problemática.

Además, una colección de células cancerosas que no se extrae puede significar más cirugías. Es posible que estas cirugías tengan que realizarse cuando uno ya se encuentra debilitado por los tratamientos contra el cáncer. Por lo tanto, la extracción de la mayoría de las células cancerosas en una primera cirugía vale la pena someterse a una laparoscopia.

La evaluación de las células cancerosas mediante laparoscopia también puede ayudar a determinar el grado de progresión o metástasis del cáncer. Esto puede ayudar al médico a ofrecer el mejor tratamiento posible dada la naturaleza del cáncer. Además, los médicos pueden dar respuestas más claramente definidas sobre el pronóstico de un paciente.
La laparoscopia también es preferible a la cirugía exploratoria más extensa del abdomen, ya que utiliza una pequeña incisión. La cirugía exploratoria casi siempre significará que uno debe permanecer en el hospital durante al menos unos días. En algunos casos, los médicos también pueden emplear la microlaparoscopia, que utiliza un acceso aún más pequeño, pero revela imágenes similares de órganos en la cavidad abdominal. La microlaparoscopia puede reemplazar en última instancia a la laparoscopia regular, ya que significa incluso menos tiempo de recuperación para el paciente.