¿Qué es la uremia?

La uremia, también llamada atozemia prerrenal, es una afección que ocurre cuando los riñones no pueden filtrar la sangre de manera adecuada. Los pacientes que tienen uremia desarrollan cantidades poco saludables de productos de desecho a base de nitrógeno en el torrente sanguíneo. Puede ocurrir daño renal permanente u otras complicaciones potencialmente mortales si el trastorno no se identifica y corrige dentro de las 24 horas posteriores al inicio.

La creatinina es un material de desecho que se forma cuando el cuerpo descompone un compuesto llamado creatina. La creatina ayuda a producir la energía que el cuerpo necesita para contraer los músculos. La urea, otro producto de desecho, se forma cuando el cuerpo descompone las proteínas. Cuando los riñones no funcionan correctamente, estas sustancias tóxicas pueden acumularse en la sangre y el cuerpo, dañando órganos y tejidos.

Los pacientes que tienen uremia suelen sufrir síntomas como mareos, malestar estomacal y falta de energía. A medida que avanza la enfermedad, las personas también pueden confundirse fácilmente u olvidar información básica. Algunas personas pierden peso porque tienen poco o ningún apetito. Pueden orinar con menos frecuencia o no orinar en absoluto.

Algunas personas que tienen este trastorno sufren de acumulación de líquido en los pulmones y otras tienen aliento con olor a orina. También puede producirse hinchazón o hinchazón de la cara, los muslos o los tobillos. Algunos pacientes tienen la piel de un color amarillento amarillento. Otras personas desarrollan una afección de la piel llamada escarcha urémica, en la que los cristales blancos en polvo de urea salen del cuerpo a través de los capilares y se acumulan en la superficie de la piel.

Un proveedor de atención médica puede diagnosticar la uremia realizando análisis de sangre u orina especializados. Las pruebas de nitrógeno del área sanguínea ayudan a determinar qué tan bien están funcionando los riñones midiendo la cantidad de nitrógeno residual en el torrente sanguíneo, y las pruebas de creatinina miden la cantidad de creatinina en el cuerpo. El médico también puede realizar una prueba de sodio en la orina para ver cuánto sodio hay en la sangre o en la orina.

Muchas personas que tienen uremia deben ser hospitalizadas. Los médicos tratan la afección con diálisis, un procedimiento médico en el que una máquina filtra y purifica la sangre. Los médicos también pueden hacer recomendaciones sobre cambios en la dieta o recetar medicamentos para controlar los síntomas.
Los pacientes que tienen uremia ocasionalmente desarrollan necrosis tubular aguda, una afección en la que los tejidos de los riñones resultan gravemente dañados. Estos pacientes pueden eventualmente desarrollar insuficiencia renal aguda, una condición en la que los riñones dejan de funcionar repentinamente. Otros pacientes con uremia pueden tener convulsiones, insuficiencia cardíaca o coma. La uremia no tratada puede ser fatal.