La hidradenitis supurativa es una enfermedad que se desarrolla en los folículos de las glándulas sudoríparas apocrinas y causa inflamación de las glándulas sudoríparas que puede provocar cicatrices. Estas glándulas están ubicadas debajo de los brazos, debajo de los senos y en la parte interna de los muslos, la ingle y el área perianal. Esta enfermedad, que se considera un tipo grave de acné, se conoce comúnmente como hidradenitis o hidradenitis.
Para la mayoría de las personas con esta enfermedad de la piel, los primeros síntomas aparecen después de la pubertad. Esto se debe a que es después de que comienza la pubertad cuando las glándulas apocrinas comienzan a desarrollarse y madurar. La hidradenitis es más común en mujeres y es más probable que se desarrolle en personas de 20 años. Para las mujeres, los sitios más comunes de inflamación son las regiones de las axilas y debajo del pecho. Para los hombres, la región perianal es un sitio más común de desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas de la hidradenitis se desarrollan cuando los folículos de las glándulas sudoríparas se obstruyen con los aceites de la piel, las células muertas de la piel y otros materiales que se acumulan en la piel. Estas sustancias pueden desencadenar inflamación cuando se incrustan en los folículos. Si hay bacterias presentes en el material incrustado en los folículos, también se puede desarrollar una infección. Se desconocen los factores subyacentes que hacen que algunas personas sean susceptibles a esta enfermedad, pero los factores causales pueden incluir el tabaquismo, los niveles hormonales y la genética.
Las lesiones comienzan como áreas de piel picadas en las que los puntos negros son prominentes. Los puntos negros pueden convertirse en bultos hinchados llenos de pus tiernos. A medida que los bultos aumentan de tamaño, eventualmente se abren, permitiendo que el pus drene. En algunos casos, los bultos crecen debajo de la piel sin romperse. Estos pueden permanecer debajo de la piel durante meses o años y pueden volverse extremadamente dolorosos. Las lesiones también pueden tomar una tercera forma, la de llagas abiertas de curación lenta que pueden causar cicatrices extensas.
Los episodios leves y aislados de hidradenitis se pueden tratar eficazmente en casa. La hinchazón se puede reducir y aliviar el dolor con la aplicación de una almohadilla térmica o una compresa caliente. La ropa holgada ayuda a prevenir una mayor irritación de la piel. También es importante mantener limpia y seca la zona afectada de la piel. La piel se puede lavar con regularidad con jabón antibacteriano para reducir las posibilidades de infección, y luego se debe secar completamente.
Los casos más graves requieren tratamiento médico. Por ejemplo, si las lesiones tardan más de dos semanas en sanar, están presentes en varios lugares o se repiten con frecuencia, es necesario un tratamiento médico para ayudar a controlar la afección. Se utilizan medicamentos como antibióticos y antiinflamatorios no esteroides para ayudar a curar la infección, reducir la hinchazón y controlar el dolor. En casos muy graves, se pueden usar corticosteroides para suprimir la inflamación.
Si las lesiones son muy profundas o no responden a este tratamiento, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico. Las lesiones profundas llenas de pus se pueden drenar quirúrgicamente para reducir la hinchazón y el dolor, pero esta medida es útil solo para tratar un área pequeña de la piel y no evitará que se formen más lesiones. Las áreas extensas y severas de piel enferma pueden extirparse por completo y reemplazarse con piel injertada de áreas no afectadas. Incluso este tratamiento más drástico, sin embargo, no puede prevenir una recurrencia de hidradenitis en otras áreas donde se encuentran las glándulas sudoríparas.