¿Cuáles son las principales causas del apriete de la mandíbula?

Las principales causas de apretar la mandíbula pueden estar relacionadas con el estrés, los problemas de oído o la dentición en los niños pequeños. La desalineación de los dientes puede provocar un apriete de la mandíbula que provoca dolor o problemas en las articulaciones. La causa exacta de esta afección no se comprende bien, pero el estrés diurno podría provocar rechinar los dientes y apretar la mandíbula durante el sueño.
El apretar la mandíbula, llamado bruxismo, afecta los músculos del cuello, la mandíbula y la cara, lo que puede volverse doloroso. Los dolores de oído y de cabeza representan otros síntomas comunes de este trastorno. Algunos pacientes que tienen esta afección descubren que elimina la capa de esmalte de los dientes, haciéndolos sensibles a los alimentos y bebidas calientes, fríos y dulces. Apretar la mandíbula y rechinar los dientes también puede causar enfermedad de la articulación temporomandibular (TMD).

El TMD puede volverse extremadamente doloroso con el apriete continuo de la mandíbula que ejerce presión sobre las articulaciones de la mandíbula inferior. Estas articulaciones se conectan al cráneo por delante de las orejas y permiten abrir y cerrar la boca. Los pacientes con TMD pueden escuchar un chasquido cuando mastican alimentos o abren la boca. El dolor puede estar presente en la cabeza o la cara debido a la tensión de los músculos alrededor de la articulación.

El apriete que conduce a trastornos articulares puede desgastar el cartílago y alterar la alineación de la articulación. En casos crónicos, la mandíbula puede bloquearse cuando se abre o se cierra. El TMD también puede cambiar la forma en que se alinean los dientes en la boca, lo que dificulta y hace que sea doloroso comer. Los protectores bucales que se usan por la noche pueden evitar que se aprieten los dientes y se dañen los dientes. Las férulas que se colocan en la boca también pueden mantener la boca relajada mientras duerme.

El tratamiento del bruxismo generalmente implica enseñar al paciente a relajar los músculos faciales durante el día para aliviar la presión sobre las articulaciones. Los ejercicios de estiramiento y los masajes pueden aliviar la tensión muscular y restaurar el funcionamiento normal. El masaje puede enfocarse en los puntos gatillo, definidos como protuberancias pequeñas e incómodas cerca de la mandíbula que se desarrollan a partir de la tensión. Reducir el estrés diario también podría reducir la cantidad de apretar los dedos durante el sueño.

Los médicos que tratan este trastorno suelen descartar otras afecciones con síntomas similares. Las infecciones de oído suelen causar dolor cerca de la mandíbula que se puede tratar con medicamentos. Los problemas dentales pueden corregirse mediante procedimientos de ortodoncia para realinear los dientes del paciente. La mala postura, especialmente la tensión en el cuello por largas horas en la posición hacia adelante, puede contribuir al dolor en el cuello, la cara o la mandíbula debido a la tensión muscular. Trabajar en una computadora sin tomar descansos puede provocar síntomas similares a los de TMD.