¿Cuál es la relación entre la colonoscopia y la endoscopia?

Una colonoscopia y una endoscopia se refieren prácticamente al mismo tipo de procedimiento, pero la diferencia es la parte del cuerpo que se examina. Una colonoscopia es simplemente un tipo especializado de endoscopia. Ambos son métodos para mirar dentro del cuerpo con un pequeño tubo llamado endoscopio, pero una colonoscopia se enfoca específicamente en examinar el colon.
Tanto en una colonoscopia como en una endoscopia, el tubo rígido o flexible que se usa en el procedimiento se llama endoscopio. El endoscopio puede tener una cámara en el extremo y algún medio para iluminar los órganos internos o las trayectorias tomadas por el tubo. Además, tiene un medio incorporado para transmitir la imagen al médico o técnico que evalúa la colonoscopia y la endoscopia.

El objetivo de ambos procedimientos es recuperar la mayor cantidad de información posible y, al mismo tiempo, ser lo más mínimamente invasivo posible. En muchos casos, la cirugía se puede evitar mediante el uso de una de estas técnicas, o los procedimientos pueden revelar información valiosa que dicta que la cirugía es la única opción para curar lo que sea que esté afligiendo al paciente. Existen riesgos menores involucrados en una colonoscopia y endoscopia. Estos incluyen dolor en el sitio de entrada, infecciones internas o externas y efectos secundarios ocasionales de la sedación.

En una colonoscopia, se inserta un endoscopio a través del ano para examinar el colon y el intestino delgado. El endoscopio iluminará el interior del cuerpo y permitirá el diagnóstico de ulceraciones o pólipos dentro del colon. El procedimiento también permite la biopsia de lesiones sospechosas en el colon. En algunos casos, las lesiones se pueden eliminar por completo.

Una endoscopia en general puede tener muchas aplicaciones diferentes. Uno de los más comunes es una endoscopia del tracto gastrointestinal (GI). La endoscopia gastrointestinal puede examinar el estómago, el esófago, el duodeno, el intestino delgado, el intestino grueso (colonoscopia) y el conducto biliar. El ano y el recto también se pueden ampliar y examinar con un endoscopio.

El tracto respiratorio, los oídos, el tracto urinario y el sistema reproductor femenino también son objetivos comunes de las endoscopias. Durante el embarazo, se puede usar un endoscopio para examinar el amnios (llamado amnioscopia) y el feto mismo (fetoscopia). Por lo general, estos procedimientos no requieren ningún tipo de incisión, pero el examen de algunos órganos o cavidades cerradas puede requerir una pequeña incisión quirúrgica. Tal es el caso de la inspección de la cavidad pélvica o abdominal (laparoscopia), una articulación (artroscopia) u órganos del tórax (mediastinoscopia o toracoscopia).