La miositis osificante es una afección inusual en la que el hueso comienza a crecer dentro del músculo. A veces también se conoce como osificación heterotópica. Esta condición se puede identificar con el uso de imágenes de rayos X que revelarán depósitos de hueso dentro del músculo y en lugares donde el hueso no debería estar presente. El enfoque del tratamiento depende de la ubicación del crecimiento óseo, la causa subyacente y factores como la edad del paciente.
Hay varias razones por las que alguien puede desarrollar miositis osificante. En algunas personas, es hereditario. Las personas desarrollarán un crecimiento óseo progresivo en sus músculos y, con el tiempo, la afección puede volverse fatal en algunos pacientes. En una condición genética inusual conocida como fibrodisplasia osificante progresiva (FOP), los daños al tejido del paciente dan como resultado el crecimiento del hueso, lo que lleva a una osificación heterotópica generalizada en todo el cuerpo con el tiempo.
En otros casos, las personas no tienen afecciones genéticas conocidas que conduzcan a la miositis osificante, y la afección aparece como resultado de un trauma. Las personas con lesiones de la médula espinal y parálisis están en riesgo, al igual que las personas que han tenido lesiones musculares profundas que resultaron en hematomas internos, como una lesión por patadas en un deporte como el fútbol. En este caso, el hueso crecerá dentro de los músculos del muslo o del brazo a medida que el músculo se cura.
Hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de miositis osificante después de una lesión. Algunos medicamentos se pueden usar en pacientes con lesiones de la columna vertebral, y las recomendaciones de rutina para el cuidado de las lesiones, como la aplicación de hielo para prevenir la inflamación, también parecen ser útiles. También es importante trabajar con un médico experimentado mientras se trata una lesión para que los signos de complicaciones se puedan identificar temprano.
Cuando se identifica crecimiento óseo en un área donde no debería ocurrir, el médico determina primero la causa. Si alguien tiene una enfermedad genética, es posible que la causa ya sea evidente, pero si alguien no tiene o no tiene antecedentes familiares de una enfermedad relacionada, se pueden realizar algunas pruebas, junto con una entrevista extensa con el paciente, para obtener más información sobre el paciente. y la situación. Una vez que se identifica la causa, se pueden discutir las opciones de tratamiento.
A veces, el hueso sobrante es reabsorbido espontáneamente por el cuerpo, especialmente en el caso de miositis osificante traumática como la causada por una lesión deportiva. En otros casos, puede ser lo suficientemente grave como para requerir cirugía para extirpar el hueso. En general, se recomendará un enfoque de esperar y observar, con exámenes periódicos para ver si la afección está progresando o se mantiene estable.