La diabetes hídrica, también conocida como diabetes insípida, es una afección poco común que provoca una micción excesiva. Una persona con diabetes hídrica tiene sed constante, lo que hace que consuma grandes cantidades de agua u otros líquidos. El consumo excesivo de agua puede provocar que la persona se moje la cama o tenga que levantarse varias veces por la noche para ir al baño. La afección, que en la mayoría de los casos no pone en peligro la vida, puede ser causada por una variedad de cosas, como una infección, enfermedad, ciertos medicamentos o una alteración en los riñones. El tratamiento depende de la gravedad de la dolencia.
Los síntomas de la diabetes hídrica pueden incluir micción frecuente y sed excesiva. Una persona con esta afección puede orinar más de cuatro galones (aproximadamente 16 litros) al día. Otros síntomas típicamente incluyen piel seca, estreñimiento y músculos frágiles. Además, una persona con diabetes insípida puede marearse o desmayarse debido a la deshidratación o cansarse por tener que orinar constantemente por la noche.
Uno de los tipos más comunes de diabetes hídrica es la diabetes insípida central, también conocida como diabetes insípida pituitaria o diabetes insípida neurogénica. Este tipo de diabetes insípida ocurre cuando existe una deficiencia de vasopresina, la hormona responsable de disminuir la concentración de orina en el cuerpo, que se encuentra en la glándula pituitaria. La glándula pituitaria puede dañarse por varias razones, incluidas enfermedades hereditarias, un golpe en la cabeza e infección. Para tratar este tipo de diabetes del agua, una persona puede tomar desmopresina, una hormona sintética que se presenta en forma de píldora, aerosol nasal o inyección.
La diabetes insípida dispógena es similar a la diabetes insípida central. Esta condición disminuye la producción de vasopresina, mientras aumenta la creación de orina. La sobreabundancia de líquido puede resultar en intoxicación por agua, una condición en la que se reduce el nivel de sodio en la sangre, lo que puede causar daño cerebral. Actualmente, no existe una cura eficaz para la diabetes insípida dispogénica.
Otro tipo de diabetes insípida es la diabetes insípida nefrogénica. Esto ocurre cuando los riñones de una persona no responden a la vasopresina y, a menudo, es el resultado de un trastorno crónico o una enfermedad genética hereditaria. La afección a menudo se trata con un medicamento llamado hidroclorotiazida. En algunos casos, la diabetes insípida nefrogénica no se puede tratar porque no se puede determinar la causa.
Las mujeres embarazadas también son susceptibles a un tipo de diabetes hídrica llamada diabetes insípida gestacional. Esto ocurre cuando una enzima durante el embarazo mata a la vasopresina. En la mayoría de los casos, la diabetes insípida gestacional se puede frenar con desmopresina.