¿Cuáles son los diferentes síntomas sacroilíacos?

Las articulaciones sacroilíacas conectan la parte inferior de la columna con los huesos pélvicos. Juntos, soportan todo el peso de la parte superior del cuerpo cuando están en posición erguida y actúan como una especie de amortiguador de la columna. Cuando las articulaciones sacroilíacas se lesionan o están sometidas a coacción, pueden presentarse varios síntomas diferentes, como dolor lumbar y rigidez en ambos lados. Los casos graves pueden provocar dolor que se irradia hacia las caderas y los muslos, incluso hasta las rodillas.

Muchos síntomas sacroilíacos que puede experimentar una persona también pueden estar relacionados con otros problemas médicos, lo que a veces dificulta el diagnóstico. El más prominente de ellos es el dolor en la espalda baja, la parte posterior de las caderas y en las áreas de la ingle y los muslos. El dolor suele empeorar cuando la persona está de pie o caminando, pero puede parecer que mejora cuando está acostada.

El dolor sacroilíaco se puede ubicar en cualquier lado de la espalda, o en ambos lados, y puede sentirse como cualquier cosa, desde un dolor sordo hasta un dolor agudo que puede restringir el movimiento. En casos raros y severos, el dolor puede moverse a las extremidades inferiores y a las áreas de la rodilla, el tobillo o el pie. A veces, la incomodidad puede parecer irradiarse hacia las nalgas o la espalda baja y hacia el frente hacia el área de la ingle. La afección también puede causar dolor testicular en los hombres.

Otros síntomas incluyen dificultad para ponerse los calcetines y zapatos y dolor en las piernas al entrar o salir de un vehículo. La rigidez en o alrededor de la zona lumbar a menudo ocurre cuando se está sentado durante largos períodos de tiempo y cuando se levanta de la cama después de una siesta o una noche de sueño. Aunque puede ser más cómodo sentarse en el área afectada cuando se tiene dolor sacroilíaco, viajar largas distancias puede causar una sensación de dolor profundo en un lado de la espalda.

Los síntomas sacroilíacos a menudo pueden reflejar algunos síntomas de la ciática y, por lo tanto, pueden diagnosticarse erróneamente. Algunos de los síntomas que comparten estas dos condiciones incluyen entumecimiento, hormigueo y sensación de ardor. Inclinarse hacia adelante puede ser difícil y doloroso cuando está de pie, pero puede mejorar una vez sentado. Los espasmos musculares también pueden ocurrir en ambas situaciones.

Si una persona experimenta dolor asociado con las articulaciones sacroilíacas, debe buscar el consejo de un profesional médico. Registrar los síntomas y la frecuencia con la que ocurren puede ayudar al médico a hacer un diagnóstico adecuado. La asociación entre estos síntomas y los de otras afecciones médicas puede significar que se necesita más de una visita para identificar qué puede estar causando el dolor.