Los síntomas de la neumonía ambulante generalmente incluyen fatiga, síntomas generales similares a los de la gripe y tos, todos con un inicio gradual. Esta leve infección pulmonar es más común en niños y adolescentes. Es importante recibir tratamiento porque los pacientes serán infecciosos y pueden transmitir microorganismos a una persona con inmunodeficiencia que tal vez no pueda combatir la infección. Un médico puede evaluar al paciente para determinar el origen de los síntomas y brindarle tratamiento.
Las personas desarrollan neumonía ambulante, también conocida como neumonía atípica, cuando contraen una infección pulmonar que causa irritación y otros síntomas. La infección no es tan grave que la persona no pueda realizar las actividades diarias. El término «neumonía ambulante» es una referencia al hecho de que muchos pacientes caminan libremente mientras luchan contra la infección y, a lo largo del camino, pueden distribuir los organismos causantes a otras personas.
Puede ser fácil identificar los síntomas de la neumonía ambulante cuando aparecen todos juntos. Una tos persistente es la señal de advertencia más obvia. El paciente puede sentirse agotado y somnoliento, aunque todavía activo, y tendrá dolor de garganta y dolor de cabeza. Algunos pacientes tienen fiebre o escalofríos, y también pueden aparecer dolor en las articulaciones y erupciones cutáneas. Los ganglios linfáticos agrandados también son una señal de advertencia.
Un médico puede evaluar a un paciente con síntomas de neumonía ambulante para hacer un diagnóstico. Ella puede recomendar una radiografía de tórax para verificar la función pulmonar del paciente. Los análisis de sangre pueden identificar la presencia de infección. También es posible realizar un cultivo del esputo del paciente, pero esto lleva tanto tiempo que el médico generalmente no lo recomienda. Para cuando se obtengan los resultados, la crisis de salud del paciente debería haber terminado y, por lo tanto, el cultivo sirve principalmente para verificar el diagnóstico, no para agregar a la evaluación diagnóstica en el momento en que el paciente está enfermo.
El médico puede recetar medicamentos para matar los organismos que causan la infección. Los pacientes también pueden necesitar descansar y beber líquidos para apoyar su sistema inmunológico. Un paciente con síntomas de neumonía ambulante debe tener cuidado con los ancianos y con las personas con enfermedades graves, ya que es posible que estas personas no puedan resistir la infección y se enfermen peligrosamente. Si un paciente con síntomas de neumonía que camina desarrolla dificultad extrema para respirar, nivel alterado de conciencia o fatiga severa, debe consultar a un médico, ya que la condición puede estar empeorando.