La tendinitis de cadera es una causa común de dolor de cadera, particularmente en personas activas. Esta condición es un tipo de inflamación de la cadera que a menudo ocurre como resultado de sesiones frecuentes de movimientos repetitivos. A menudo, estos movimientos se llevan a cabo sin dar tiempo a que se reparen los músculos y tendones de la cadera. Como resultado, los tendones y músculos de la cadera se inflaman y duelen. Las personas que practican deportes como correr y andar en bicicleta corren el riesgo de desarrollar esta afección si se entrenan demasiado.
El riesgo de problemas de cadera tiende a aumentar con la edad. Esto se debe en parte a que los tendones de la cadera se vuelven menos elásticos con el tiempo, lo que hace que los movimientos se vuelvan menos suaves. Como resultado, los movimientos repetitivos ejercen una tensión aún mayor sobre los tendones, lo que aumenta la probabilidad de tendinitis de cadera. Alguien que está por encima de su peso saludable también puede tener un mayor riesgo de desarrollar tendinitis, ya que el exceso de peso puede ejercer una presión adicional sobre los tendones.
Los músculos y tendones de la cadera son algunos de los más poderosos y son cruciales para brindar apoyo para soportar el peso del cuerpo. Debido a esto, uno de los principales síntomas de la tendinitis de cadera es el dolor y la dificultad para moverse. Además, es común sentir dolor en la zona de la cadera incluso en reposo. El dolor de cadera a menudo se siente en la cama o en reposo, y muchas personas tienen dificultad para doblar las caderas. La hinchazón de las caderas y los muslos, la fiebre y el enrojecimiento son otros síntomas comunes.
La tendinitis de cadera se diagnostica mediante un proceso que puede incluir pruebas de movimiento, así como antecedentes médicos y un examen físico. Más raramente, las pruebas de diagnóstico como una resonancia magnética o rayos X se pueden utilizar en el proceso de diagnóstico. Estas pruebas de imágenes médicas se utilizan para determinar si existe algún otro problema, como una fractura de cadera o una anomalía física, que pueda estar causando el dolor de cadera.
El tratamiento para la tendinitis de cadera varía según la gravedad de la afección y la salud física del individuo. El tratamiento más común, adecuado para alguien con tendinitis leve que por lo demás está sano, es la aplicación de calor o hielo en el área afectada. Estos ayudan a reducir la inflamación y también aliviarán el dolor junto con medicamentos de venta libre como antiinflamatorios no esteroides.
El tratamiento inicial también debe incluir mucho descanso para la cadera afectada; sin embargo, los pacientes pueden seguir ejercitando otras partes del cuerpo si así lo desean. Los ejercicios de estiramiento suaves para aumentar la longitud y la fuerza de los tendones y músculos de la cadera también ayudarán a tratar la afección. Estos ejercicios no deben incluir largas sesiones de movimiento repetitivo, ya que este tipo de movimiento solo agravará la lesión.
La cirugía solo se requiere en casos graves de tendinitis de cadera que causan dolor crónico o cicatrización de los tendones. Esta cirugía generalmente implica la extirpación parcial del tendón afectado o la extirpación del tejido cicatricial del tendón. La recuperación es a menudo un proceso prolongado que requiere muchas sesiones de fisioterapia para mejorar el rango de movimiento y la fuerza de la cadera afectada.