¿Qué es el entrenamiento auditivo?

El entrenamiento auditivo es un proceso que implica enseñar al cerebro a escuchar. Las personas sin deficiencias auditivas y trastornos del procesamiento auditivo aprenden a escuchar de forma natural a una edad muy temprana y pueden no recordar este proceso. Durante este tipo de entrenamiento, las personas reciben estímulos auditivos y entrenamiento que les ayuda a aprender a identificar y distinguir sonidos. El entrenamiento auditivo suele estar supervisado por un audiólogo o un patólogo del habla y el lenguaje.

Las personas con problemas de audición pueden optar por usar audífonos o implantes cocleares para mejorar su audición. Estos dispositivos se pueden usar a tiempo completo o parte del tiempo, según la preferencia del paciente, y el paciente puede optar por seguir usando el lenguaje de señas y otras técnicas de comunicación además de hablar. Sin embargo, no basta con insertar un implante o un audífono. El dispositivo debe ajustarse para que el paciente pueda oír cómodamente y el paciente debe aprender a interpretar los sonidos que ingresan al oído. Esto requiere entrenamiento auditivo, con pacientes escuchando música, palabras habladas y otros estímulos auditivos.

Cuando estos dispositivos se instalan inicialmente, puede resultar abrumador. Una avalancha de ruido entra en el oído y el cerebro tiene dificultades para interpretarlo. Con el tiempo, el entrenamiento auditivo permite al paciente discriminar entre diferentes sonidos y dar significado a los sonidos. Por ejemplo, los cuernos evolucionan de ruidos fuertes y desagradables a señales de advertencia que alertan a las personas sobre los peligros. Sin formación, los dispositivos como los audífonos no son muy útiles para el paciente.

Las personas con trastornos del procesamiento auditivo también pueden beneficiarse del entrenamiento auditivo. En un trastorno del procesamiento auditivo, la audición es funcionalmente buena, pero el cerebro tiene dificultades para dar sentido a la información. Un patólogo del habla y el lenguaje trabaja con el paciente para ayudarlo a identificar los sonidos, distinguirlos y desarrollar las habilidades auditivas. También se puede proporcionar capacitación de esta naturaleza a personas que se recuperan de accidentes cerebrovasculares y otras lesiones que impiden el procesamiento auditivo o dañan la audición.

Algunas personas han sugerido que el entrenamiento auditivo también puede ser útil para pacientes con trastornos del espectro autista y otras discapacidades intelectuales y del desarrollo. Si bien no cuenta con el respaldo formal de organizaciones profesionales como la Academia Estadounidense de Pediatría, este tratamiento puede ser una opción a considerar. Este tipo de entrenamiento puede ayudar a los pacientes que están sensibilizados a los estímulos auditivos a lidiar con el mundo que los rodea y también puede mejorar las habilidades de comunicación y ayudar a los pacientes a sentirse más cómodos en entornos ruidosos. Es importante señalar que los tratamientos como el entrenamiento auditivo no son curas, sino enfoques de manejo que pueden ayudar a las personas a lidiar con su entorno.