¿Qué es una vejiga atónica?

Las vejigas atónicas son vejigas grandes que se han dilatado pero no se vacían correctamente. El origen de este tipo de mal funcionamiento de la vejiga suele tener algo que ver con una obstrucción o una alteración de la inervación natural del órgano. Debido a que la capacidad para orinar se ve afectada, una persona que sufre de vejiga atónica experimentará mucho dolor.

A veces denominada vejiga flácida, la afección puede desarrollarse cuando algún otro problema de salud continuo afecta la capacidad de los nervios de la vejiga para transmitir las señales adecuadas al cerebro. Esta falla de los nervios para enviar señales al cerebro hace que la orina se acumule en la vejiga. El resultado es una vejiga dilatada que genera una incomodidad significativa.

Numerosas condiciones pueden resultar en retención de orina y vejiga atónica. La vejiga atónica se observa con mayor frecuencia en los trastornos neurológicos, pero la causa también puede deberse a problemas de salud menores, como una infección del tracto urinario. Algunos ejemplos de otras causas de la afección incluyen, pero no se limitan a, hipertrofia prostática, cáncer, hipermovilidad uretral y disfunción neurológica. En caso de que se produzca algún tipo de daño en la médula espinal, la capacidad de los nervios de la vejiga para emitir señales correctamente puede verse afectada.

También existe la posibilidad de que se desarrolle una vejiga atónica debido a algún tipo de obstrucción. Para los hombres, un agrandamiento de la próstata puede ejercer presión sobre el sistema urinario, haciendo que sea casi imposible para el hombre orinar. La presencia de tumores en el área también puede limitar la capacidad de la vejiga para funcionar correctamente.

Independientemente de la causa raíz del problema, es importante buscar asistencia médica cuando la vejiga se obstruye. Después de identificar el motivo de la vejiga atónica, los médicos pueden emplear varios métodos diferentes para aliviar la presión y permitir que se descargue la orina. El cateterismo es una solución. Esto puede implicar un tratamiento en un centro médico o aprender a utilizar un catéter en casa.

Cuando un catéter no es una opción, se pueden emplear otros tratamientos para la vejiga flácida. La mayoría de ellos implican aplicar presión sobre la vejiga, lo que efectivamente obliga a que la orina se descargue. Esto implica aplicar manualmente presión externa en la región del órgano o aprender a utilizar los músculos abdominales para forzar la expulsión de la orina almacenada.

En general, la cirugía se considera una opción solo después de que otros tratamientos no hayan producido resultados. En algunos casos, se mejora el tamaño de la vejiga, lo que permite funcionar durante períodos más prolongados entre sesiones de cateterismo. Otros métodos alteran la vejiga de una manera que facilita el autocateterismo, lo que permite que el paciente maneje el problema de la vejiga en casa.

Los científicos continúan investigando otros tratamientos para la vejiga atónica. Esto incluye el desarrollo de inyecciones que pueden ayudar a desencadenar la función natural de la vejiga, produciendo el mismo resultado que si los nervios de la vejiga se hubieran comunicado correctamente con el cerebro.