¿Qué es el reflejo de sobresalto?

El reflejo de sobresalto, o reflejo de Moro, es una reacción involuntaria y completamente natural que puede tener un bebé hacia una estimulación excesiva. Tal estimulación puede incluir ruidos fuertes repentinos y la sensación de caer al espacio. El pediatra austriaco Ernst Moro reconoció y documentó por primera vez este reflejo cuando observó su aparición frecuente en bebés.

Los bebés comienzan a desarrollar el reflejo de sobresalto desde las nueve a las 12 semanas mientras aún están en el útero. El reflejo madura por completo al nacer y sigue siendo parte de su sistema hasta que tienen aproximadamente seis meses de edad. En los bebés recién nacidos, la reacción a sonidos o ruidos excesivos se denomina reflejo de sobresalto acústico. Por ejemplo, el timbre agudo de un teléfono o el fuerte zumbido de la aspiradora pueden perturbar a los bebés, sorprendiéndolos con una respuesta automática.

Cuando esto sucede, los bebés extienden la cabeza, mueven ambos brazos hacia los lados, abren las palmas y los dedos y flexionan los pulgares. También pueden arquear la espalda y llorar de sorpresa. Su ritmo cardíaco, presión arterial y respiración aumentan durante el reflejo. El reflejo llega a su fin después de un breve momento. Llevan sus brazos hacia su pecho y sus cuerpos se vuelven a doblar en una posición relajada. Pueden pasar unos segundos más para que su respiración se equilibre y su frecuencia cardíaca y presión arterial vuelvan a la normalidad.

El reflejo de sobresalto no ocurre necesariamente solo como respuesta a la estimulación externa. A veces, los bebés se sobresaltan cuando experimentan una profunda sensación de caerse mientras aún están dormidos. Dado que los bebés ya no se encuentran en el entorno protector de un útero, esta sensación evoca sentimientos de inseguridad y provoca el reflejo de sobresalto de los bebés. Físicamente, parece como si estuvieran tratando de agarrarse a algo mientras “caen”, aunque en realidad, sus ojos todavía están cerrados en un sueño profundo. La posibilidad de que se despierten depende de qué tan fuerte sea su reflejo, pero los bebés asustados a menudo se vuelven a dormir con bastante rapidez.

Los padres pueden preocuparse innecesariamente cuando ven que sus bebés experimentan un reflejo de sobresalto. Esta reacción natural es en realidad evidencia de la salud acústica, física y neurológica de sus bebés. Este reflejo debe aparecer en ambos lados del cuerpo, mostrando reacciones idénticas y simétricas en ambos brazos. La ausencia de este en un lado puede indicar una lesión en el hombro y el brazo, o un problema nervioso más grave en el área entre la parte inferior del cuello y la parte superior del hombro. Ningún reflejo de sobresalto en absoluto podría apuntar a un daño en el cerebro o la médula espinal.

El reflejo de sobresalto suele desaparecer cuando los bebés tienen alrededor de medio año. Hasta entonces, los pediatras realizan chequeos regulares para asegurarse de que los bebés respondan normalmente a la estimulación externa. Los padres preocupados también pueden intentar reproducir un ambiente seguro, similar al de un útero, envolviendo a sus bebés en una manta suave. Hacer esto reduce los sentimientos de vulnerabilidad e inseguridad de los bebés, minimizando así su reflejo de sobresalto.