¿Qué es la fibrosis mamaria?

La fibrosis mamaria es una afección médica en la que los senos desarrollan una textura abultada. Esta condición a menudo puede causar dolor y sensibilidad que pueden empeorar cada mes justo antes de la menstruación. Se cree que la fibrosis mamaria es causada por fluctuaciones hormonales, particularmente la hormona conocida como estrógeno. Es importante tener en cuenta que la fibrosis mamaria no aumenta las posibilidades de que una mujer desarrolle cáncer de mama. El tratamiento para la fibrosis mamaria no siempre es necesario, aunque en algunas situaciones se pueden usar medicamentos de venta libre o recetados o una intervención quirúrgica.

Las mujeres que encuentran bultos en uno o ambos senos a menudo temen que pueda ser cáncer de mama. Si bien siempre es una buena idea discutir cualquier inquietud con un médico, la fibrosis mamaria es la causa más común de bultos en los senos, y estos bultos generalmente no son cancerosos. El autoexamen mensual de las mamas a menudo puede ayudar a la mujer a saber si hay algún cambio en el tejido mamario que deba comentar con un médico. Las mamografías deben realizarse según las recomendaciones de un médico para detectar cambios en los senos.

Los síntomas típicos de la fibrosis mamaria incluyen bultos en los senos o áreas engrosadas del tejido mamario. Esto puede causar dolor o sensibilidad, especialmente justo antes de la menstruación. Estos cambios tienden a ocurrir en ambos senos y es probable que el tamaño de los bultos fluctúe. Algunas mujeres con fibrosis mamaria ocasionalmente pueden notar una ligera secreción de los pezones que tiende a ser de color marrón o verde oscuro.

Cualquier bulto en los senos debe ser examinado por un médico, especialmente si no ha habido un diagnóstico previo de fibrosis mamaria. Las pruebas médicas como mamografías, ecografías o biopsias pueden ayudar a confirmar si los bultos son cancerosos. El médico tomará un historial médico y familiar detallado, ya que la fibrosis de las mamas tiende a ser hereditaria.

Algunas mujeres con esta afección no presentan síntomas molestos y, en estos casos, no es necesario el tratamiento médico. Si los síntomas son leves, los analgésicos de venta libre como el ibuprofeno o el acetaminofén pueden proporcionar un alivio adecuado de los síntomas. Ciertos anticonceptivos orales o medicamentos diseñados para imitar hormonas masculinas específicas también pueden ser útiles para tratar los síntomas de esta afección. En ocasiones, se puede utilizar un procedimiento quirúrgico conocido como aspiración con aguja para drenar el líquido de los quistes y aliviar los síntomas molestos o, en casos más graves, el quiste se puede extirpar quirúrgicamente.