¿Cuál es la diferencia entre una ducha y un enema?

La principal diferencia entre una ducha vaginal y un enema es que son procedimientos distintos que involucran diferentes regiones del cuerpo. Aunque en un sentido general ambos procedimientos sirven para limpiar sus respectivos sistemas corporales y, por lo tanto, son algo similares, existen muchas diferencias entre las duchas vaginales y los enemas. Mientras se realiza un enema para aliviar el estreñimiento inyectando líquido en el recto, se realiza una ducha vaginal para limpiar la vagina usando un chorro de agua. Los proveedores de atención médica recomiendan enemas en algunas situaciones, pero generalmente consideran que las duchas vaginales son innecesarias e incluso dañinas. Tanto hombres como mujeres pueden aplicarse enemas, mientras que solo las mujeres pueden hacer duchas vaginales.

Para comprender la diferencia entre un enema y una ducha vaginal, es útil comprender exactamente qué pasos implica cada procedimiento. Con un enema, se inserta un chorro de agua a través del ano hasta la cavidad rectal para ayudar al paciente a defecar. A veces se inserta agua pura, pero en otros casos se agrega jabón o minerales al agua. Con una ducha vaginal, se inserta líquido en la cavidad vaginal y luego se succiona. El agua puede contener químicos u otros aditivos diseñados para esterilizar la vagina y erradicar olores o secreciones.

Una diferencia importante entre una ducha vaginal y un enema es la utilidad percibida de cada procedimiento por la comunidad médica. Si bien los enemas se consideran procedimientos útiles que pueden ayudar a aliviar el estreñimiento incapacitante, generalmente se piensa que las duchas vaginales son innecesarias e incluso dañinas. Las duchas vaginales regulares pueden alterar las bacterias naturales que viven en la vagina, provocando un aumento del flujo vaginal y poniendo a la persona en riesgo de infección. Algunos de los productos químicos incluidos en el líquido de las duchas vaginales pueden irritar el sensible revestimiento de la pared vaginal y provocar irritación y dolor.

Una ducha vaginal y un enema también difieren en la población que los usa típicamente. Dado que el estreñimiento puede afectar a hombres y mujeres de todas las edades, los enemas pueden ser utilizados por una amplia variedad de personas. A menudo, los enemas son administrados por profesionales de la salud, pero en ocasiones pueden autoadministrarse en casa. Por el contrario, las duchas vaginales solo se pueden realizar en mujeres y, por lo general, se realizan en casa. Como los médicos y otros profesionales de la salud consideran que las duchas vaginales son dañinas, el procedimiento generalmente no se realiza en hospitales o clínicas.

Una de las otras trampas de las duchas vaginales es que puede dificultar la realización de un diagnóstico médico adecuado. Esto resalta otra diferencia entre una ducha vaginal y un enema. Aliviar el estreñimiento no suele afectar la capacidad de un médico para evaluar por qué un paciente tiene dificultades para defecar. Por el contrario, las duchas vaginales pueden dificultar el diagnóstico de infecciones subyacentes, como infecciones del tracto urinario o infecciones vaginales.