Los niveles altos de prolactina pueden estar asociados con daño orgánico e infertilidad. Si una prueba hormonal identifica una concentración inusualmente alta de esta hormona, es importante averiguar por qué y proporcionar un tratamiento adecuado. Por lo general, un endocrinólogo está involucrado en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con niveles altos de prolactina, aunque el tratamiento también puede requerir la participación de ginecólogos, especialistas en fertilidad y otros proveedores médicos.
La prolactina es una hormona producida por la glándula pituitaria para estimular la producción de leche. En personas sanas que no están embarazadas o amamantando, las concentraciones de esta hormona deben ser bajas, ya que el cuerpo suprime la producción de prolactina. Durante el embarazo y la lactancia, los niveles comienzan a aumentar, lo que desencadena la lactancia y mantiene un suministro constante de leche.
Para las mujeres, la prolactina alta puede resultar en interrupciones del ciclo menstrual y la ovulación. Estos pueden provocar infertilidad. Algunas mujeres desarrollan síntomas de la menopausia debido a sus desequilibrios hormonales y también tienden a experimentar un deseo sexual bajo. También existe un mayor riesgo de osteoporosis con niveles de prolactina más altos de lo normal. Algunas mujeres desarrollan ovarios poliquísticos, que pueden provocar problemas de fertilidad en el futuro, así como dolor en el abdomen.
Los hombres y las mujeres pueden desarrollar daño hepático y renal si sus niveles hormonales se interrumpen durante un período prolongado. Los hombres con alto contenido de prolactina pueden notar un aumento de la sensibilidad en los senos, secreciones de los senos, bajo deseo sexual y disminución de la fertilidad. La hormona puede reducir la motilidad de los espermatozoides y hacer que sea más difícil lograr y mantener una erección. Los hombres también pueden sentirse más lentos como resultado del aumento de prolactina en el torrente sanguíneo.
Por lo general, los pacientes se someten a pruebas para detectar niveles hormonales anormales como parte de un examen de fertilidad de rutina si tienen dificultades para quedar embarazadas. Un médico también puede ordenar pruebas si un paciente parece tener síntomas de desequilibrios hormonales como sofocos, fatiga y signos de advertencia de daño orgánico como sed y micción frecuentes en pacientes con problemas renales.
Los tumores conocidos como prolactinomas son una causa común de niveles elevados de esta hormona. Un médico puede realizar algunas pruebas de diagnóstico para obtener más información sobre los niveles hormonales del paciente y decidir el mejor curso de tratamiento. A menudo, los medicamentos son suficientes para que los niveles vuelvan a la normalidad. A veces, el paciente necesita cirugía para extirpar el tumor, si no responde a la medicación o parece estar causando complicaciones como interrupciones continuas en la producción de hormonas como resultado de la presión sobre la glándula pituitaria. Es importante que los pacientes reciban tratamiento incluso si no están preocupados por la fertilidad, ya que los niveles altos de prolactina pueden causar problemas con otros sistemas del cuerpo, especialmente si se vuelven crónicos.