¿Qué es la atrofia del pene?

La atrofia del pene es una reducción del tamaño del pene que puede ser el resultado del envejecimiento o de una enfermedad. Este órgano en particular crece y se reduce de tamaño de forma natural, dependiendo de factores situacionales como la excitación y el frío extremo. La atrofia, sin embargo, representa un cambio a largo plazo en el tamaño o la forma del pene o de estructuras como el prepucio. Un paciente que nota tales cambios puede discutirlos con un urólogo, quien puede realizar una evaluación para aprender más sobre la causa y brindar algunas recomendaciones de tratamiento.

A medida que los hombres envejecen, los depósitos cambiantes de grasa corporal pueden hacer que el pene parezca más pequeño, aunque este no es el caso. Los hombres mayores eventualmente comienzan a desarrollar atrofia del pene, generalmente alrededor de los 60 años, como resultado de la reducción del flujo sanguíneo al órgano. Las personas con afecciones como la aterosclerosis tienen más probabilidades de experimentar esto, porque las placas en las arterias obstruyen el flujo de sangre y, como resultado, los tejidos del pene comienzan a encogerse. Las erecciones también tienden a ser más pequeñas, porque dependen de un amplio suministro de sangre.

Otra posible causa de atrofia del pene es una caída en los niveles de testosterona. Esto a menudo ocurre como parte de una enfermedad sistémica o durante el tratamiento de una afección como el cáncer de próstata. Los hombres también notarán otros síntomas, como el encogimiento de los testículos. Un endocrinólogo puede realizar un análisis de sangre para ver si los niveles de testosterona son normales y determinar si la terapia hormonal sería apropiada para el paciente. Tomar testosterona puede exponer a las personas al riesgo de efectos secundarios y deben sopesar los pros y los contras antes de seguir adelante con la terapia.

Las enfermedades del tejido conectivo que afectan al pene también pueden contribuir a esta afección. Los pacientes pueden notar otros síntomas, como un cambio en la curvatura del pene, dificultad para lograr y mantener una erección y cambios en la textura o el color de la piel. Un profesional médico debe examinar al paciente y realizar una entrevista, y puede ser necesario realizar algunas pruebas para determinar el origen de la enfermedad y desarrollar un plan de tratamiento eficaz.

La atrofia del pene puede hacer que los hombres se sientan incómodos. Los pacientes en tratamiento deben asegurarse de discutir sus inquietudes con un profesional médico. La mayoría de los profesionales de la salud comprenden que, si bien puede que no sea médicamente necesario abordar los cambios en la forma o el tamaño del pene porque pueden no ser peligrosos, puede ser beneficioso para la salud mental del paciente explorar algunas opciones para corregir el problema. En los casos en que la atrofia se acompaña de disfunción eréctil, tratarla puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida del paciente.