El término gestión remota se utiliza para describir cualquier proceso en el que el dispositivo de control no está conectado físicamente a la unidad real. Hay cuatro aspectos en este proceso: método de comunicación, nivel de control, capacitación del operador y problemas de desempeño. Las principales razones para implementar un sistema de gestión remota son mejorar la seguridad y aumentar la productividad.
Las aplicaciones de gestión remota se pueden encontrar en las industrias de la construcción, la minería, el transporte y la tecnología de la información. La cantidad de dispositivos que se pueden administrar de forma remota ha aumentado constantemente debido a la calidad mejorada de la programación de computadoras y los diseños de sistemas. La mayor influencia de esta tecnología está brindando nuevas oportunidades para el diseño de máquinas y equipos pesados.
El método de comunicación utilizado en un sistema de gestión remota depende de la aplicación prevista. Por ejemplo, la comunicación con una máquina perforadora en una mina no puede basarse en una línea de visión clara entre el operador y la máquina. En su lugar, se necesita una frecuencia de radio dedicada o un canal de comunicación inalámbrico. El número de otras máquinas y unidades controladas a través de un sistema de gestión remota tiene un gran impacto en la eficacia del método de comunicación. Cada unidad debe controlarse por separado, sin interferencias de otros dispositivos.
El nivel de control proporcionado a través de la gestión remota también es muy importante. Inicialmente, la mayoría del equipo era muy grande y la tecnología se utilizó para acercarse lo suficiente para el control manual. Sin embargo, los operadores ahora requieren un alto grado de precisión y control. Las herramientas utilizadas para controlar el equipo son cuadros de mando extremadamente sofisticados que se pueden utilizar para crear un programa o mover la máquina en incrementos muy pequeños.
El operador de administración remota generalmente se sienta en una ubicación separada y es responsable de controlar el equipo en función de una transmisión de video e información similar. La formación necesaria para trabajar con este tipo de equipos suele ser proporcionada por el empleador, ya que cada sistema es diferente. El mayor uso de estas herramientas ha resultado en el desarrollo de cursos cortos y programas de capacitación diseñados específicamente para aumentar el nivel de habilidad del operador.
Uno de los desafíos de la gestión remota está relacionado con el rendimiento general. Las expectativas del operador pueden verse indebidamente influenciadas por imágenes en los medios de robots controlados a distancia que pueden manipularse fácilmente con gran precisión. De hecho, se requiere una cantidad significativa de programación y esfuerzo para completar un proceso con un dispositivo de control remoto. La mayoría de los ajustes que haría un operador requieren tiempo adicional para ejecutarse en este modelo.