La pila seca es uno de los tipos más utilizados, incluidas las pilas AA, de 9 voltios y de reloj. Las baterías de celda seca son diferentes de las húmedas porque sus electrolitos están contenidos en una pasta de baja humedad, mientras que una celda húmeda tiene electrolitos contenidos en un líquido, de ahí la diferencia en los nombres. Una reacción química dentro de la batería crea una carga eléctrica que fluye desde el interior hacia un circuito exterior que está conectado a un dispositivo eléctrico.
De qué está hecho
Las baterías de celda seca, independientemente de su tamaño, suelen tener los mismos componentes básicos. En el centro de cada uno hay una varilla llamada cátodo, que a menudo está hecha de carbono y rodeada por una pasta de electrolitos. Se pueden utilizar diferentes productos químicos para crear esta pasta, como cloruro de amonio y dióxido de manganeso, según el tipo de batería. El cátodo y la pasta de electrolitos se envuelven en papel o cartón y se sellan en un cilindro de metal llamado ánodo, que generalmente está hecho de zinc.
¿Cómo funciona?
El ánodo de la batería de celda seca tiene dos terminales, uno positivo y otro negativo. Cuando se conecta una carga a los terminales de la batería, se produce una reacción química entre el ánodo y la pasta que produce aproximadamente 1.5 voltios de electricidad. Un pin o «colector» en el medio de la batería conduce esta carga de la batería a un circuito externo. Este circuito se conecta físicamente al dispositivo electrónico en el que se encuentra la batería, proporcionando la carga necesaria para que el dispositivo funcione.
Cada conjunto de ánodo, electrolito y cátodo actúa como una sola celda, y se pueden conectar varias celdas juntas dentro de una batería de celda seca para producir un voltaje general más alto. Después de que la carga ha estado conectada durante mucho tiempo, los productos químicos de la batería se descomponen y ya no producen carga. Las baterías primarias deben desecharse una vez que lleguen a este punto, mientras que las baterías secundarias se pueden recargar mediante dispositivos especiales. Esto invierte efectivamente la reacción química dentro de cada celda, lo que permite que la batería continúe funcionando.
Diferentes tipos
Las baterías alcalinas son más populares que sus contrapartes más antiguas porque se corroen más lentamente y, por lo tanto, producen una carga por más tiempo. Un tipo de batería de celda seca que se usa con menos frecuencia usa plata para la varilla del cátodo. Las baterías de níquel / cadmio (NiCd), hidruro metálico de níquel (NiMH) e iones de litio (Li-Ion) son recargables, lo que las hace populares para su uso en cámaras digitales y otros dispositivos portátiles que consumen mucha energía.
Manejo y eliminación adecuados
Las baterías contienen con frecuencia productos químicos que son dañinos si se liberan al medio ambiente y deben reciclarse correctamente. Muchos programas de reciclaje municipales aceptan baterías, aunque las alcalinas modernas normalmente se pueden tirar con la basura doméstica. Los consumidores también deben considerar el uso de baterías recargables porque se pueden reutilizar muchas veces y también se pueden reciclar cuando ya no tienen carga.