¿Con qué frecuencia debo reemplazar mi casco de bicicleta?

Un casco de bicicleta es posiblemente uno de los accesorios más importantes que se deben tener al andar en bicicleta. Protege la cabeza en caso de caídas o choques y puede salvarle la vida. Es lógico usar siempre uno, ya sea que esté conduciendo por la calle o recorriendo largas distancias en bicicleta de montaña. De hecho, algunos estados han aprobado leyes que exigen que los niños usen cascos de bicicleta y el incumplimiento de estas leyes puede resultar en multas y citaciones.

La frecuencia con la que debe reemplazar un casco de bicicleta depende de varios factores. Para los niños menores de 18 años, la recomendación estándar es que el casco de la bicicleta se reemplace una vez al año. Con el tiempo, la estabilidad del casco puede degradarse y, además, la cabeza de un niño puede crecer, lo que hace que el casco no le quede bien. Tanto para adultos como para niños, un casco de bicicleta siempre debe reemplazarse de inmediato si se ve involucrado en un choque que pueda dañar la estructura interna de la estructura exterior del casco. Además, cualquier casco de bicicleta que parezca dañado debe sustituirse por uno nuevo.

Algunos cascos se venden con instrucciones que le brindan una guía de reemplazo. Si una empresa recomienda el reemplazo de los cascos para adultos cada dos o tres años, es posible que deba sopesarlo con respecto al uso. Otra forma de determinar cuándo es necesario reemplazar los cascos de bicicleta es calcular las horas que usa su bicicleta. Muchos cascos para adultos tienen una capacidad nominal de 500 horas de uso. Si andas constantemente en bicicleta todos los días durante una hora, necesitarás comprar un casco nuevo en aproximadamente un año y medio.

Los cascos de bicicleta pueden degradarse con el tiempo, especialmente si no se almacenan de manera adecuada. Cuando compre un casco en caja, quédese con la caja. Úselo para guardar el casco de bicicleta de manera segura, lejos de la luz, el calor y la posibilidad de que otros objetos lo aplasten, cuando regrese a casa. Con un almacenamiento seguro, puede extender la vida útil de un casco, porque incluso cuando uno está clasificado para una cierta cantidad de años u horas, pueden ocurrir daños si el casco se almacena incorrectamente. Siempre realice una inspección minuciosa de los cascos para buscar grietas, roturas en el material protector de espuma u otros defectos obvios antes de usarlos.

Cuando una empresa califica sus cascos, no debe confiar solo a simple vista para esta inspección. En su lugar, confíe en las recomendaciones de reemplazo de la compañía. Es posible que tenga un casco de bicicleta que se vea perfectamente bien, pero debido a que es más antiguo, puede perder algo de integridad estructural que no puede ver. Este es especialmente el caso cuando no ha seguido las instrucciones para un almacenamiento seguro, o si el casco de la bicicleta ha sido maltratado, se ha caído, dejado al sol durante largos períodos de tiempo o ha estado en su cabeza cuando chocó su bicicleta.