¿Qué es un Bon Vivant?

Bon vivant es francés para buen hígado o buen vivir y en el sentido moderno define a una persona que disfruta de las cosas buenas de la vida, especialmente las relacionadas con la comida y la bebida. El término bon vivant puede ser casi sinónimo de gourmet o sibarita. De estos dos términos relacionados, bon vivant está más estrechamente relacionado con gourmet. Un sibarita, además de disfrutar de consumibles finos, también está profundamente interesado en las artes.

El término se ha utilizado durante al menos varios siglos para describir a aquellas personas con un gusto refinado. En general, el bon vivant quiere disfrutar de las cosas más finas y más caras. Por lo tanto, es necesario tener un presupuesto amplio o amigos generosos para convertirse en un bon vivant. Si vive en completa pobreza, no tendría ningún sentido práctico esperar solo comida y vino de calidad. En su lugar, come o bebe lo que puede conseguir. Por tanto, el término también implica una determinada clase social o económica.

La idea de no solo disfrutar, sino también convertirse en un especialista en los placeres de la mesa y los mejores vinos para elegir se ha convertido en algo que algunas personas realmente entrenan para adquirir. Si bien quizás nazcan algunos bon vivants, otros se hacen a través de clases, que se ofrecen en muchas ciudades. Estas clases pueden consistir en aprender a probar el vino correctamente, distinguir lo «bueno» de lo «malo» y ampliar su conocimiento de las tendencias culinarias y los alimentos más deseados. Si tiene gustos distintos o una dieta limitada, puede ser difícil disfrutar del «más alto», ya que generalmente implica aceptar ciertas normas culturales occidentales sobre lo que constituye la bebida y la comida más deseables.

Otro obstáculo para ser un gourmet es la disposición a aceptar lo que sea que comas o bebas, y simplemente no te preocupes por tus circunstancias de vida. Por ejemplo, encontrará pocas personas que practiquen rígidamente el budismo que sean bon vivants. Esto está bellamente ilustrado en la novela de Somerset Maugham, The Razor’s Edge, donde se contrasta al narrador con Larry.

Si bien el narrador es el epicúreo y el bon vivant por excelencia, Larry se siente igualmente cómodo viviendo con casi nada o disfrutando de los placeres de una buena mesa. Larry no puede ser un bon vivant, porque está dispuesto a asumir cualquier circunstancia, comer en restaurantes pésimos o buenos y vivir en circunstancias muy reducidas. No busca activamente el placer a través de la comida o las comodidades, sino que busca la tranquilidad mental y una sensación de paz.

En general, sin embargo, el bon vivant puede no ser solo un individuo que busca el placer, sino que simplemente puede disfrutar del vino y la comida y saber mucho sobre ellos. Su felicidad no se basa necesariamente solo en los placeres de la mesa. Sin embargo, él o ella pueden estar encantados con una buena comida o bebida, o la oportunidad de mostrar sus conocimientos en esta área.