¿Qué es el midazolam?

El midazolam es un medicamento que se administra comúnmente antes de los procedimientos médicos. Los médicos proporcionan el medicamento para contrarrestar el nerviosismo o la ansiedad que los pacientes, especialmente los niños, sienten antes de la cirugía o antes de someterse a la anestesia necesaria para la cirugía. Funciona reduciendo la actividad cerebral para aliviar la aprensión, inducir somnolencia y causar amnesia para que los pacientes no recuerden experiencias médicas posiblemente traumáticas. A veces, los médicos también lo utilizan como tratamiento para las convulsiones.

El midazolam es una benzodiazepina, una clase de fármaco que afecta principalmente la función cerebral. La droga es de acción rápida y tiene un alto nivel de potencia. A diferencia de otras benzodiazepinas, los efectos del fármaco no duran mucho tiempo y muchas personas lo caracterizan como un medicamento de acción corta.

El fármaco existe en una variedad de formas para aplicaciones médicas. Como la única benzodiazepina soluble en agua, el midazolam está disponible en forma líquida. La posibilidad de ingestión oral lo convierte en una opción popular para los pediatras, que pueden ofrecer a los pacientes jóvenes el medicamento en forma de jarabe. Los pacientes también pueden inyectar el medicamento en las venas o directamente en el músculo o la médula espinal. Además, los fabricantes farmacéuticos producen píldoras, tabletas y aerosoles nasales, lo que aumenta la gama de usos del medicamento.

Existe una amplia gama de efectos secundarios que pueden acompañar al uso de este medicamento. El uso excesivo puede hacer que el cuerpo desarrolle una alta tolerancia al fármaco, reduciendo su eficacia. La dependencia también puede ocurrir después de un uso prolongado. Otros efectos secundarios incluyen una variedad de ramificaciones mentales y neurológicas negativas, como confusión general, amnesia, comportamiento inusual y pérdida de coordinación. Algunos pacientes han sufrido una pérdida permanente de la memoria asociada con el uso continuo del fármaco durante un período prolongado.

El midazolam contiene naturalmente un bajo nivel de toxicidad, pero aún es posible una sobredosis. La toxicidad puede aumentar cuando se usa junto con otras sustancias que deprimen el sistema nervioso central. Si una persona sana sufre una sobredosis, suele ser tratable, pero el riesgo de complicaciones aumenta si el paciente padece otros problemas de salud. Aunque es raro, la muerte puede resultar de una sobredosis, especialmente si el paciente es anciano.

Los profesionales médicos suelen recetar el medicamento a los niños y es posible que los padres deseen tomar precauciones especiales. Puede ser necesaria una mayor observación del joven para evitar complicaciones no deseadas. La persona que administra el midazolam ciertamente debe preguntar si un niño tiene alguna condición médica preexistente o usa otros tipos de medicamentos. Los padres deben informar al pediatra de su hijo si se presentan síntomas irregulares.