¿Qué es un bloqueo neuromuscular?

Un bloqueo neuromuscular es la administración de fármacos paralizantes que actúan sobre la unión neuromuscular para facilitar la parálisis temporal. Varios fármacos pueden tener efectos neuromusculares, como pancuronio, atracurio y galamina. Estos medicamentos deben administrarse en un entorno clínico porque pueden tener efectos secundarios peligrosos y, en algunos pacientes, pueden tener efectos persistentes que deben controlarse.

Históricamente, el bloqueo neuromuscular se utilizó por primera vez como técnica de anestesia en cirugía. Con el uso de fármacos paralizantes, los cirujanos pueden operar en un campo muy quieto. Estos medicamentos deben combinarse con analgésicos y otros medicamentos, ya que todavía es posible que las personas sientan dolor en un área que se ha quedado inmóvil con el uso de un bloqueo neuromuscular. Estos medicamentos generalmente son administrados por un anestesiólogo calificado que ha estudiado su acción en el cuerpo y que conoce los problemas de seguridad relacionados con el bloqueo neuromuscular.

Una de las mayores preocupaciones de seguridad es que es posible que un paciente deje de respirar, en cuyo caso se necesita una intervención rápida para asegurar las vías respiratorias y conectar un ventilador mecánico para respirar por el paciente hasta que los efectos de los medicamentos desaparezcan. Los pacientes también pueden desarrollar una frecuencia cardíaca irregular y presión arterial alta, las cuales pueden ser peligrosas en general, pero especialmente durante la cirugía. Por estas razones, se necesita un monitoreo cuidadoso mientras se usa un bloqueo neuromuscular, y es importante realizar un examen de seguimiento completo para verificar si hay efectos nocivos persistentes.

Hoy en día, esta técnica también se utiliza en cuidados intensivos, donde en ocasiones es necesario utilizar agentes paralizantes para que los pacientes puedan permanecer con ventiladores o para abordar otros problemas, como combatir las vías intravenosas. Algunos pacientes en cuidados intensivos entran en un estado de delirio como resultado de procesos de enfermedad avanzados y efectos secundarios de los medicamentos, y es posible que no se den cuenta de lo que están haciendo. Los bloqueos neuromusculares deben usarse con cuidado en estos casos porque el uso prolongado de fármacos paralizantes puede causar daño muscular permanente y debilidad.

Otra área de la práctica médica en la que la parálisis inducida puede ser útil son los procedimientos médicos en los que el paciente debe permanecer quieto. Por lo general, los pacientes no pueden permanecer totalmente quietos durante los procedimientos, especialmente si están enfermos o confundidos, y pueden ponerse en riesgo a sí mismos oa sus proveedores de atención al moverse. Con la ayuda de un anestesiólogo, se puede utilizar un bloqueo neuromuscular durante los procedimientos en los que se requiere una quietud absoluta.