Los riñones realizan muchas funciones esenciales que mantienen a los humanos sanos. Filtran la sangre para eliminar los desechos, producir orina y controlar la presión arterial. Los riñones también regulan una serie de vitaminas y hormonas que promueven la salud de los huesos, tejidos y órganos. Es fundamental mantener los riñones en buen estado de funcionamiento para evitar enfermedades renales y prevenir numerosos problemas de salud relacionados. Hay muchas formas diferentes de mejorar y preservar la función renal, como hacer ejercicio con regularidad, seguir las pautas dietéticas establecidas por un médico y limitar el uso de analgésicos recetados y de venta libre.
Hacer cambios simples en el estilo de vida puede mejorar significativamente la función renal y la salud en general. Al hacer ejercicio con regularidad, dejar de fumar y mantener un patrón de sueño constante, los riñones pueden regular mejor las hormonas y las vitaminas en la sangre. Las personas que hacen ejercicio beben mucha agua y evitan fumar tienen menos probabilidades de experimentar presión arterial alta, una de las principales causas de enfermedad renal crónica e insuficiencia renal. Dormir lo suficiente ayuda a reducir los niveles de estrés y a estabilizar el sistema inmunológico y digestivo.
Una de las mejores formas de mejorar la función renal es mantener una dieta saludable, según lo sugiera un médico o un nutricionista autorizado. Los cuerpos de las personas tienen diferentes necesidades dietéticas, por lo que una visita al médico es importante para determinar qué alimentos comer y cuáles evitar. En la mayoría de los casos, los médicos sugieren que las personas con riesgo de problemas renales mantengan una dieta baja en azúcar, sal y potasio. La ingestión de demasiada sal y potasio ejerce presión sobre los riñones, lo que afecta su capacidad para filtrar los materiales de desecho. Muchos médicos alientan a las personas a comer muchas frutas, verduras, granos y frijoles, mientras evitan los refrigerios azucarados que pueden provocar diabetes y una eventual enfermedad renal.
Un remedio casero popular para mejorar la función renal es beber uno o dos vasos de jugo de arándano cada día, evitando cantidades excesivas de cafeína y alcohol. El jugo de arándano ayuda a limpiar los riñones, la vejiga y el tracto urinario al eliminar las bacterias dañinas. El alcohol y las bebidas con cafeína, como los refrescos, deshidratan el cuerpo y aumentan el riesgo de desarrollar presión arterial alta.
Finalmente, las personas pueden mejorar la función renal al reducir la ingesta de analgésicos, como aspirina, ibuprofeno y acetaminofén. La mayoría de los médicos están de acuerdo en que el uso de analgésicos con moderación no afecta negativamente la función renal en personas sanas, aunque las dosis grandes o el uso diario pueden causar daños irreversibles. El uso excesivo de analgésicos puede provocar problemas de salud importantes, ya que restringen las enzimas que permiten que la sangre fluya correctamente a través de los riñones.