¿Qué puedo hacer con respecto al daño del nervio femoral?

El daño del nervio femoral, también conocido como disfunción del nervio femoral o neuropatía, puede ocurrir por una lesión o compresión prolongada. Normalmente, el daño y la disfunción del nervio femoral están asociados con la pierna y se caracterizan por una alteración de la sensibilidad en la parte delantera del muslo y la parte inferior de la pierna. Este nervio también participa en el control muscular necesario para estirar la pierna. Sin embargo, dado que el nervio femoral se extiende desde el torso hasta el muslo con varias ramas que se extienden a lo largo de estas ubicaciones, un trauma significativo en casi cualquier parte del cuerpo puede resultar en daño sistémico del nervio femoral.

Dejando a un lado la lesión directa, el daño del nervio femoral puede ser causado por una serie de otros factores. Ciertas afecciones médicas, como la diabetes, pueden dañar este nervio debido a un funcionamiento metabólico deficiente. De hecho, la neuropatía expansiva en las piernas y los pies de los diabéticos es bastante común. Otros factores mediadores incluyen fractura de la pelvis, hemorragia interna o privación de oxígeno al nervio debido a quedar encerrado en un tumor o estar sujeto a presión por la presencia de un tumor.

Los síntomas del daño al nervio femoral van desde una sensación de debilidad general en la pierna hasta sensaciones punzantes. A veces puede resultar difícil caminar o estar de pie durante largos períodos de tiempo. A menudo, los pacientes describen sentir como si la rodilla simplemente colapsara, especialmente cuando intentan usar escaleras. Las sensaciones extrañas experimentadas en la pierna pueden incluir una sensación de hormigueo o ardor. Sin embargo, si bien estas sensaciones pueden producir cierta incomodidad, el dolor localizado no es un síntoma típico.

El diagnóstico de daño del nervio femoral comienza con un examen físico completo, que incluye la observación de la respuesta rotatoria y una evaluación de la capacidad para enderezar y doblar la pierna. Si se sospecha de daño nervioso, es probable que se realicen pruebas de conducción nerviosa y varios exámenes neurológicos. También es posible que se realicen pruebas por imágenes para descartar la obstrucción del nervio por un tumor u otro crecimiento. Además, la fuerza muscular se puede evaluar mediante un procedimiento conocido como electromiografía.

Se diseña un plan de tratamiento de acuerdo con la causa subyacente del daño nervioso. Por ejemplo, en el caso de daño nervioso degenerativo relacionado con la diabetes, pueden ser necesarias mayores medidas para controlar la resistencia y la utilización de la glucosa. Por otro lado, si los tumores están causando compresión en el nervio femoral, entonces puede estar indicada la cirugía. En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides para aumentar la movilidad. Sin embargo, debido a los riesgos asociados con los corticosteroides, muchos médicos pueden optar por recetar fisioterapia y / o dispositivos correctivos ortopédicos en su lugar.

Experimentar cualquiera de los síntomas de daño del nervio femoral descritos anteriormente justifica una consulta con un médico de inmediato. En la mayoría de los casos, el paciente puede esperar una recuperación completa, si se trata de manera oportuna. Sin embargo, ignorar los síntomas puede resultar en una lesión y discapacidad permanentes.