¿Cuáles son los riesgos de combinar diazepam y alcohol?

El diazepam y el alcohol son una combinación potencialmente peligrosa. Ambas sustancias crean depresión del sistema nervioso central (SNC). Además, afectan la respiración, tendiendo a hacer las respiraciones menos profundas o aumentar el tiempo entre ellas. En conjunto, estos dos medicamentos crean un conjunto de efectos adversos mucho más fuerte.
Existen diferencias entre el diazepam y el alcohol. El diazepam pertenece a una clase de medicamentos llamados benzodiazepinas, y el alcohol normalmente se considera un depresor. La similitud de estas dos sustancias se nota en la forma en que afectan a los neurotransmisores cerebrales. Ambos fármacos afectan a los receptores GABA, y su acción a menudo se compara entre sí, ya que logran efectos similares.

Dada esta acción comparable, no es difícil ver por qué una combinación de diazepam y alcohol es potencialmente peligrosa. Como los dos medicamentos, en parte, logran lo mismo, tomar ambos es análogo a tomar una dosis mucho mayor de uno solo. Es probable que provoquen una reacción mucho más fuerte cuando se usan juntos.

Algunos de los síntomas que pueden acompañar al uso simultáneo de diazepam y alcohol incluyen aumento de la embriaguez, mareos, habilidades motoras fuertemente deterioradas y somnolencia excesiva. Las personas que toman ambas drogas pueden notar que se sienten intoxicadas antes, incluso con cantidades más pequeñas de alcohol. Dado este efecto combinado, las personas pueden ejercer un juicio deficiente sobre sus propias habilidades. Definitivamente no deben considerarse capaces de operar un vehículo u otra maquinaria cuando usan estos dos medicamentos juntos.

El mayor riesgo de la estimulación combinada de los receptores GABA es que se produzca la muerte. Esa muerte no está relacionada con la toxicidad del alcohol. En cambio, puede resultar de la supresión de la respiración y depresión del SNC.

Cuando las personas usan estos medicamentos juntos, pueden experimentar apnea del sueño o episodios de interrupción de la respiración. Si bien estos normalmente hacen que una persona se despierte lo suficiente como para restablecer la respiración, el exceso de sedación y somnolencia puede significar que las personas no se despertarán lo suficiente cuando se produzca la apnea del sueño. En estas circunstancias, es muy posible morir mientras duerme.

Por lo general, es poco probable que pequeñas cantidades de ambas sustancias sean fatales. Sin embargo, pueden ser grandes cantidades. La adición de otras sustancias, como analgésicos, otras benzodiazepinas y jarabes para la tos que contienen opioides, aumenta este peligro. Además, incluso si la amenaza es baja, todavía está presente. Algunas personas experimentan mayores efectos secundarios de sedación con cantidades bajas de ambos fármacos y pueden tener un riesgo elevado desconocido.

En la mayoría de los casos, no es aconsejable combinar diazepam y alcohol. Paradójicamente, algunos médicos recomiendan la combinación y podrían recetarla especialmente para tratar un solo evento de ansiedad. Por ejemplo, los médicos pueden sugerir que un paciente con miedo a volar use una dosis baja de diazepam con una copa de vino antes de abordar un avión. Esta sugerencia no es necesariamente infundada porque aprovecha la eficacia de la combinación. Aún así, se recomienda a los pacientes que eviten usar estos dos medicamentos juntos, a menos que un médico lo recomiende expresamente.