Los primeros auxilios para las quemaduras por frío implican muchas aplicaciones comunes de primeros auxilios, que incluyen limpiar y cubrir adecuadamente el área afectada, usar compresas tibias o agua para calentar suavemente el tejido y suministrar a la víctima bebidas tibias para ayudar a calentar todo el cuerpo. Las quemaduras por frío son el resultado de la congelación y pueden resultar en complicaciones graves si no se tratan rápidamente o si la persona continúa expuesta a condiciones de frío extremo. Al igual que las quemaduras tradicionales, las quemaduras por frío pueden caracterizarse por ampollas y el tejido afectado puede sentirse caliente para la víctima. Sin primeros auxilios rápidos y atención médica experimentada, la afección puede empeorar y provocar una gangrena de la piel y los tejidos musculares, y puede ser necesaria la amputación quirúrgica de las extremidades.
Especialmente al aire libre sin acceso a refugio o calor, una de las formas más efectivas de tratar una quemadura es envolviendo adecuadamente las áreas afectadas. La congelación afecta con mayor frecuencia la cara, incluida la nariz y las orejas, así como los dedos de las manos y los pies. La mayoría de los expertos médicos sugieren usar una gasa limpia y estéril para envolver las manos, pies, dedos de manos y pies congelados con cuidado y asegurarse de separar los dedos. Se pueden usar tiras grandes de gasa para cubrir la cara si están disponibles. Los socorristas también pueden emplear bufandas y cualquier material disponible para este uso.
Independientemente de qué áreas del cuerpo se vean afectadas por la congelación, suministrar a la víctima bebidas calientes o tibias también se considera un tratamiento de primeros auxilios eficaz. Es importante controlar la temperatura de la bebida para asegurarse de que el cuerpo no sufra un choque debido a las diferencias extremas de temperatura. El chocolate caliente, el té y el café son buenas opciones, pero ofrecer agua tibia para beber es igualmente efectivo si eso es todo lo que está disponible.
También se recomiendan compresas tibias y tratamientos con agua para tratar los síntomas de las quemaduras por frío. Las compresas pueden colocarse o envolverse suavemente alrededor de las extremidades dañadas y cambiarse según sea necesario cuando la compresa se enfríe. Al igual que el tratamiento con bebidas calientes, es importante asegurarse de que la compresa o el agua estén tibias, no calientes, para proteger la piel y los tejidos. También se puede usar agua tibia para tratar con éxito una quemadura fría hasta que llegue o se pueda localizar la ayuda médica de emergencia. El agua debe circular tanto como sea posible alrededor de los tejidos congelados para aumentar lentamente la temperatura del sitio.