¿Cuáles son los diferentes tipos de portadores de medicamentos?

Los portadores de fármacos proporcionan varias formas de aumentar la absorción en el cerebro, extender la acción de un fármaco, administrarlo a una parte específica del cuerpo u obtener otros efectos deseados. Los portadores de medicamentos vienen en una variedad de tipos. Algunos de los sistemas portadores de fármacos más comunes incluyen liposomas, polímeros solubles, microesferas, proteínas conjugadas y nanopartículas.
Los liposomas son recipientes compuestos por una bicapa lipídica, similar a la superficie exterior de una célula, que contienen fármacos en su interior. Los liposomas pueden unirse fácilmente al exterior de las células y entregar su contenido, por lo que son una forma excelente de evitar las regiones acuosas del cuerpo y asegurar que los medicamentos lleguen al interior de las células. Los liposomas se unen a las bicapas lipídicas, por lo que también pueden atravesar fácilmente la barrera hematoencefálica, lo que facilita la administración de fármacos que normalmente no podrían sortear este obstáculo.

Los polímeros o plásticos solubles pueden crear partículas huecas que contienen medicamentos. Estos polímeros pueden degradarse en función de los niveles de hidrógeno potencial (pH) de su interior. Esto los hace útiles para aplicaciones de liberación prolongada que resisten el metabolismo normal del cuerpo.

Las microesferas pueden estar hechas de materiales sintéticos, como cerámica o polímeros, o de materiales naturales, como albúmina. Son esferoides huecos que contienen medicamentos que pueden evitarse en áreas donde los medicamentos normalmente se metabolizarían o degradarían, como el estómago o el hígado, lo que les permite llegar al tejido corporal desde el torrente sanguíneo. Además, los fabricantes pueden crear microesferas que se dirijan a tejidos específicos, como las células cancerosas, colocando ciertos ligandos o proteínas en su superficie.

Las proteínas conjugadas están hechas para tener sistemas de enlaces únicos y múltiples que las hacen resistentes a la degradación por parte del cuerpo. Pueden apuntar a tejidos corporales específicos de la misma manera que lo hacen las microesferas. Las proteínas conjugadas también pueden funcionar como sistemas de liberación de liberación prolongada variando el pH de su contenido o usando proteínas que tienen una tasa conocida de disociación.

Las nanopartículas son una innovación más reciente en los portadores de medicamentos. Estas son moléculas pequeñas que tienen medidas en el rango de micrones y pueden transportar medicamentos dentro de ellas o adheridas a su superficie. Pueden estar compuestos de materiales biodegradables o no biodegradables, y generalmente el sistema inmunológico no los reconoce como partículas extrañas, lo que significa que pueden acceder a la mayoría de los tejidos corporales, incluidas áreas a las que otros portadores de medicamentos no pueden. Las nanopartículas ofrecen flexibilidad en su ingeniería y se ha demostrado que son eficaces para ayudar a que los medicamentos atraviesen la barrera hematoencefálica.