Los problemas de rodilla son muy comunes entre personas de todas las edades. Los atletas y las personas activas pueden sufrir lesiones de rodilla debido a movimientos incómodos, contacto directo o uso excesivo, y las personas con artritis a menudo experimentan un dolor más significativo en las rodillas que en cualquier otra articulación. Hay muchos tipos diferentes de dispositivos de apoyo para las rodillas disponibles para proporcionar amortiguación y promover una recuperación rápida. Muchas rodilleras, vendas y correas están diseñadas específicamente para ciertos tipos de problemas de rodilla, como ligamentos desgarrados, rótulas lesionadas o dolor en las articulaciones inducido por la artritis. Una persona con un problema leve de rodilla puede comprar un dispositivo en una farmacia minorista o en un supermercado, aunque un médico debe inspeccionar un problema grave de rodilla, que puede recomendar un aparato ortopédico a medida.
Algunos tipos de soporte para rodillas están diseñados para proporcionar estabilidad y protección general para permitir que una rodilla lesionada se cure correctamente. Se puede usar un vendaje elástico para envolver una articulación de rodilla levemente lesionada, lo que limita su capacidad para moverse y doblarse. Cuando se usa correctamente, un vendaje también puede ayudar a prevenir la hinchazón excesiva y permitir que una persona realice una actividad física ligera. Para el dolor moderado de rodilla, puede ser necesario un aparato ortopédico para brindar apoyo adicional a la rodilla. Estos aparatos suelen estar hechos de un material elástico liviano que envuelve parte de la parte superior e inferior de la pierna, con una abertura para la rodilla. Muchos aparatos ortopédicos cuentan con bisagras de plástico o metal a cada lado de la abertura de la rodilla para garantizar la estabilidad y evitar que la rodilla se doble demasiado durante la actividad.
Por lo general, una persona puede encontrar un soporte para las rodillas diseñado especialmente para cierto tipo de lesión o afección. Un ligamento desgarrado es una de las lesiones de rodilla más comunes y existen muchos tipos de aparatos ortopédicos que brindan un soporte de ligamentos muy específico. Una rodillera de ligamento generalmente se articula a ambos lados de la abertura de la rodilla, lo que permite flexionar un poco, pero evita un movimiento excesivo hacia arriba y hacia abajo. Muchos aparatos ortopédicos tienen bandas rígidas de metal o plástico que se extienden por encima y por debajo de la bisagra para ayudar a evitar que la rodilla se mueva de lado a lado. Al estabilizar el movimiento de la pierna, se elimina la tensión de los ligamentos hasta que se hayan curado.
Un soporte de rodilla estabilizador de rótula es un tipo de aparato ortopédico o vendaje que asegura la rótula después de que se haya desprendido o dañado. Los aparatos ortopédicos generalmente se ven similares a los que se usan para otras lesiones de rodilla, aunque los estabilizadores de rótula tienen un relleno sobre la rótula. Las rodilleras se pueden usar para lesiones menos graves o en recuperación, ya que brindan protección y permiten un rango de movimiento más amplio.
Una persona con artritis u otra afección que afecte la articulación de la rodilla puede encontrar alivio con una correa para la rodilla. Estas correas son bandas elásticas o piezas de material acolchado que se abrochan con Velcro®. Se colocan justo debajo de la articulación de la rodilla para brindar soporte y una ligera compresión. Una correa quita la tensión de la rodilla sin limitar su rango de movimiento.