Los muebles neoclásicos son un estilo de muebles que ganó popularidad a mediados del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Muchos países siguieron el diseño neoclásico durante ese período, y cada uno le dio al estilo un nombre diferente. Como resultado, en Inglaterra los muebles neoclásicos se conocen como georgianos tardíos, en Francia se llaman estilo Luis XVI y en los Estados Unidos se llaman estilo federal o imperio. También se le llama estilo griego o etrusco en algunos lugares.
Curiosamente, los muebles neoclásicos surgieron como resultado de la emoción generada cuando se descubrieron ruinas en Herculano y Pompeya a mediados del siglo XVIII. La gente en ese momento quedó cautivada con las antiguas civilizaciones de Roma y Grecia. Incluso comenzaron a modelar sus muebles a partir de los muebles que se usaban en estas antiguas ciudades. Así comenzó el neoclasicismo.
En los muebles neoclásicos, la forma es, en última instancia, el factor más importante. Los muebles deben considerarse ordenados, con líneas más ordenadas y menos remolinos y curvas. Sin embargo, todavía hay muchos detalles ornamentales, como era común en estilos de muebles anteriores. El detalle en este tipo de muebles proviene de una pintura delicada y un tallado preciso. Además, la madera puede tener incrustaciones de otras piezas de madera, láminas de oro u otros materiales.
Entre las piezas populares de mobiliario neoclásico se incluyen la tumbona, similar a aquella en la que a menudo se representaba a Cleopatra relajándose; pantallas de fuego; sillas; sofás reposapiés; mesas; y librerías. Muchas veces, los accesorios de la habitación también se utilizan para llevar a cabo el tema en una habitación. Estos a menudo incluyen estatutos y fuentes, ya que ambos recuerdan a la antigua Grecia o Roma.
Si bien los muebles antiguos pueden ser bastante costosos, existen reproducciones menos costosas disponibles. En algunos casos, los muebles pueden simplemente sugerir el estilo de la antigua Grecia o Roma. Sin embargo, cuanto más similar sea un mueble a una antigüedad, más caro se volverá.
En la mayoría de los casos, es mejor comprar piezas originales de mobiliario neoclásico de anticuarios de renombre, o al menos poder ver una reproducción. Esto se puede hacer mediante un estudio exhaustivo del estilo neoclásico. Por ejemplo, un consumidor puede buscar el sello del artesano en la parte inferior de un mueble. También puede buscar otras señales de que los muebles son una reproducción, como el uso de clavos en lugar de juntas para mantener unidos los muebles. Además, los muebles neoclásicos a menudo se componen de madera satinada o caoba, otras maderas pueden plantear dudas sobre la autenticidad de los muebles.