Un lavavajillas integrado es aquel que se integra con el resto de la cocina, porque el panel de control está oculto y la superficie es similar a los armarios u otros electrodomésticos de la habitación. Este tipo de electrodoméstico suele ser más caro que un lavavajillas estándar, sobre todo si combina con los armarios, ya que suele estar personalizado para adaptarse perfectamente a la cocina. Por otro lado, el mayor costo inicial a menudo se compensa con un tamaño más grande, porque los propietarios pueden ahorrar dinero limpiando más platos por ciclo. Cabe señalar que pocas empresas fabrican este tipo de lavavajillas, por lo que pueden ser más difíciles de encontrar que los estándar.
Los consumidores tienen la opción de combinar un lavavajillas integrado con sus gabinetes de cocina, pero esta suele ser una instalación personalizada y, por lo tanto, puede ser costosa. Es posible ahorrar dinero comprando un lavaplatos empotrado que combine con el resto de los electrodomésticos de la cocina en lugar de los gabinetes, porque muchos tienen superficies que son negras, blancas o de acero inoxidable. Comprar un lavavajillas semi-integrado es otra forma de ahorrar dinero, ya que este tipo de lavavajillas no oculta su panel de control, sino que está al ras de los gabinetes, por lo que aún se ve más transparente que el lavavajillas estándar.
La mayoría de los lavavajillas integrados funcionan más silenciosamente que los básicos, lo que significa que no es necesario encender el televisor o hablar más alto durante un ciclo de lavado. La mayoría de ellos tienen clasificaciones de decibelios entre 40 y 60, lo que significa que una conversación típica puede ser más ruidosa que la del lavavajillas. Además, el lavavajillas integrado típico es un poco más grande que el tipo estándar, lo que significa que los propietarios pueden colocar más platos en cada ciclo, ahorrando energía. Este aparato también tiene una línea directa al suministro de agua de la cocina, lo que generalmente equivale a una mejor presión de agua y platos más limpios.
Por otro lado, el consumidor debe saber que el lavavajillas integrado imposibilita el acceso a los controles durante el funcionamiento, ya que están en la parte superior de la puerta en lugar de en la parte delantera, por lo que es necesario abrir la puerta para detener el ciclo y hacer ajustes. Un lavavajillas semi-integrado no tiene este inconveniente porque el panel de control está en la parte frontal. Otra posible desventaja de un lavavajillas integrado es su permanencia, porque es más difícil de quitar que la mayoría de los lavavajillas y está personalizado para adaptarse a una sola cocina. Un lavavajillas de este tipo también puede ser difícil de encontrar, porque pocas empresas ofrecen lavavajillas totalmente integrados.