¿Qué es el control de la erosión?

El control de la erosión es un proceso comúnmente empleado en la construcción, el paisajismo y otros campos cuyo objetivo es evitar que el viento o la lluvia eliminen el suelo, las rocas, la materia vegetal y otras características ambientales. Controlar la erosión puede ser muy importante, ya que la eliminación de ciertas características del paisaje puede dañar gravemente el valor estético o funcional de un terreno determinado. En algunos casos, como cuando las estructuras se construyen en pendientes o cerca de ellas, la erosión puede incluso plantear riesgos para la integridad de las estructuras mismas. Los ingenieros civiles, paisajistas y otros utilizan una amplia variedad de técnicas, que van desde la plantación de plantas con raíces fibrosas extendidas hasta el desarrollo de elaborados sistemas de drenaje, con el propósito de controlar la erosión.

Algunos métodos de control de la erosión tienen como objetivo simplemente desviar las fuerzas que causan la erosión de la superficie de interés. La lluvia, por ejemplo, tiende a correr por las pendientes y a través de los huecos en el paisaje, llevándose el suelo y otros sólidos con él. Un posible método de control de la erosión es simplemente instalar un sistema de drenaje que evite la superficie erosionada por completo. Es posible que dicho método no detenga o evite completamente el problema, pero puede mantener la mayor parte del flujo de agua lejos de la superficie en cuestión. En muchos casos, desarrollar un sistema de drenaje de este tipo significa solo cavar un camino para el agua, lo que se puede hacer a bajo costo o sin costo alguno.

Los sistemas de drenaje eficaces no siempre son los mejores métodos para controlar la erosión. Pueden, por ejemplo, restar valor estético a un área, o la erosión en sí puede ser causada por algo diferente al agua. En tales casos, generalmente es necesario reforzar la superficie erosionada de alguna manera. Algunas plantas, por ejemplo, pueden ser útiles porque sus raíces proporcionan una especie de «red» para sostener el suelo y evitar que sea barrido o arrastrado. Poner una capa de virutas de madera o materiales similares encima de la superficie erosionada también puede proporcionar un control limitado de la erosión.

A veces son necesarios métodos más drásticos de control de la erosión, particularmente en pendientes arenosas empinadas con poco apoyo natural. Algunas personas, por ejemplo, optan por colocar esteras fibrosas encima o debajo de una capa de tierra para evitar la erosión. Otras opciones incluyen muros de contención, que, cuando están bien colocados, pueden proporcionar áreas sólidas de soporte para el suelo o la arena y prevenir la erosión a gran escala. Sin embargo, a menudo no existe la mejor opción y es necesario emplear una combinación de diferentes métodos de control de la erosión.