La demanda dinámica tiene que ver con la capacidad de realizar ajustes en la forma en que se gestiona la carga de corriente transportada por una red eléctrica. La idea detrás de este tipo de tecnología es adaptar la demanda de carga más al uso real en cualquier punto dado a lo largo de la red, ayudando efectivamente a hacer que la red sea más eficiente. El concepto también se ha extendido a la configuración de circuitos en varios tipos de dispositivos eléctricos, utilizando diseños que permiten que esos dispositivos funcionen de una manera más eficiente desde el punto de vista energético.
El concepto básico de demanda dinámica es hacer uso de un enfoque que a veces se denomina semi-pasivo. Esto simplemente significa que cuando se considere que la configuración de una red o un dispositivo eléctrico tiene un diseño de demanda dinámica, habrá un ajuste automático de la demanda de carga necesaria para un funcionamiento óptimo. Este cambio o ajuste ocurre en base a la demanda de carga actual requerida para suministrar una cantidad adecuada de corriente para alimentar el funcionamiento continuo de todas las conexiones a lo largo de la red.
Una de las formas más fáciles de entender cómo funciona la demanda dinámica en los electrodomésticos es considerar cómo funcionaría un refrigerador doméstico estructurado con este tipo de tecnología de ahorro de energía. Esencialmente, el dispositivo es capaz de adaptar la carga de energía requerida para mantener la sección principal del dispositivo, así como el compartimento del congelador, lo suficientemente fríos para los alimentos contenidos en cada sección. No es necesario ajustar manualmente la configuración de temperatura. En cambio, el dispositivo está configurado para identificar la cantidad de energía requerida para mantener la configuración de temperatura correcta y realiza ajustes en la energía necesaria para administrar la tarea a lo largo del día. Esto significa que cuando la temperatura exterior aumenta considerablemente, el sistema aumentará automáticamente el uso de energía para mantener la temperatura adecuada, al tiempo que reducirá el consumo de energía cuando se requiera menos energía para mantener esa misma temperatura.
Como medio para hacer que muchos tipos diferentes de dispositivos eléctricos sean más eficientes energéticamente, la idea de demanda dinámica juega un papel en el funcionamiento de muchos tipos de máquinas industriales, así como de electrodomésticos. Esencialmente, siempre que haya alguna fluctuación en la cantidad de energía requerida para administrar el funcionamiento de una sección de una red eléctrica o incluso un dispositivo individual, esta estrategia permite el ajuste automático para cumplir con las circunstancias actuales. A medida que se encuentren más aplicaciones para la demanda dinámica, es muy probable que los consumidores escuchen más acerca de este enfoque y sus beneficios tanto para el medio ambiente en general como para la capacidad de administrar los costos de energía de manera más eficiente.