¿Cómo puedo aprender a confiar en mi cónyuge?

Un verdadero ejército de consejeros matrimoniales, terapeutas, abogados de divorcios, detectives privados y gurús de la autoayuda le dirán felizmente que la desconfianza entre los cónyuges es una industria en constante crecimiento. Se podría suponer que la mayoría de las personas confían en sus futuros cónyuges antes del matrimonio, pero después de que se dicen los votos y se consume el pastel, a menudo comienzan a aparecer fisuras y grietas. La desconfianza en su cónyuge puede basarse en hechos y pruebas, o puede ser el resultado de conjeturas y percepciones. La única forma de aprender a confiar en su cónyuge, o saber si es posible, es a través de la comunicación.

En primer lugar, la confianza es bastante difícil de ganar, ya que es una cualidad que debe surgir de las acciones en lugar de las palabras. Recuperar la confianza perdida es extremadamente difícil. Lo primero que debes hacer, no importa si eres hombre o mujer, es sentarte y analizar el origen de tu desconfianza. ¿Es resentimiento disfrazado o quizás una insatisfacción con la relación en general? ¿Tu desconfianza proviene de la falta de autoestima o sabes con certeza que tu amado te ha traicionado de alguna manera?

Si la respuesta es la última, entonces se deben tomar decisiones difíciles. Si desea corregir el problema e intentar recuperar algo parecido a la certeza positiva que alguna vez sintió, debe exponer el problema a la luz. La mayoría de los casos de desconfianza real, al menos los basados ​​en la traición, provienen de mentiras, dinero o infidelidad. El camino de regreso será difícil y no hay garantía de que llegue a su destino. Sin embargo, un problema identificado es mucho más sencillo de abordar que un problema que permanece oculto en las sombras.

En la mayoría de los casos, es mejor intentar aprender a confiar en su cónyuge con la ayuda de un consejero o mediador. Sin esa ayuda, los ánimos pueden volar y el problema solo puede empeorar. La persona que ha violado un fideicomiso debe admitir su acción, estar dispuesta a disculparse sinceramente y explicar por qué se comportó de ese modo. Una persona no puede reconstruir una relación y la parte ofendida debe estar dispuesta a perdonar. El perdón de una traición puede ser una de las tareas más difíciles que un ser humano debe enfrentar, pero también puede ser una de las más liberadoras.

Si se ha ofrecido una disculpa y una explicación honesta, y si se ha otorgado perdón, es posible que aprenda a confiar en su cónyuge. Entienda que este es solo el comienzo de un camino largo y, a veces, frustrante. Se dedicará mucho tiempo a hablar y, lo que es más importante, a escuchar. El cónyuge que ha cometido el delito debe demostrar su valía a lo largo del tiempo, mediante acciones, hechos y el establecimiento de un historial legítimo de la verdad. Si desea volver a aprender a confiar en su cónyuge, también debe cumplir con su palabra de perdón. Sacar a relucir una traición con ira, o usarla como arma emocional después de que se haya otorgado el perdón, solo conducirá al desastre.