En la base del cerebro se encuentra la glándula pituitaria, que controla todo el sistema endocrino del cuerpo humano. Si bien es aproximadamente del tamaño de un guisante, los problemas de la glándula pituitaria pueden afectar a casi todas las partes del cuerpo. Hay muchos tipos diferentes de problemas de la glándula pituitaria que pueden ocurrir desde el nacimiento hasta la vejez. Los más comunes incluyen tumores no cancerosos, síndrome de Cushing y deficiencias de la hormona del crecimiento.
Los tumores en la glándula pituitaria, llamados adenomas hipofisarios, generalmente no son cancerosos. Sin embargo, pueden aumentar o disminuir significativamente la cantidad de hormonas que produce la glándula pituitaria, causando una serie de problemas médicos. Los síntomas más comunes de estos problemas son debilidad, presión arterial baja, caída del cabello y un rápido aumento o disminución de peso. También puede provocar la pérdida de la visión y fuertes dolores de cabeza. Según la ubicación y el tamaño del tumor, el tratamiento puede variar desde cirugía o radiación para su extirpación hasta medicación para inhibir el crecimiento del tumor. Durante el tratamiento, a menudo se prescriben medicamentos para aumentar o disminuir los niveles hormonales con el fin de devolver el equilibrio al cuerpo y aliviar muchos de los síntomas.
El síndrome de Cushing ocurre cuando el cuerpo está expuesto a cantidades significativamente altas de la hormona cortisol durante un período prolongado. Esto puede suceder como resultado de un adenoma hipofisario o desarrollarse cuando se toman medicamentos con corticosteroides durante un período prolongado. Los síntomas comunes incluyen tener una cara inusualmente redonda, la aparición repentina y aparentemente injustificada de estrías, así como un depósito visible de grasa entre los omóplatos. En algunos casos, el síndrome de Cushing también puede causar presión arterial alta, diabetes, pérdida de masa ósea y hematomas excesivos. El tratamiento de este síndrome depende de su causa: el síndrome de Cushing debido a un adenoma se trata con radiación, cirugía o medicación, mientras que el síndrome de Cushing debido a la medicación con corticosteroides se trata interrumpiendo la medicación y tratando los síntomas restantes.
Otro de los problemas comunes de la glándula pituitaria es la deficiencia de la hormona del crecimiento. Esto ocurre cuando la glándula pituitaria no produce suficientes hormonas que el cuerpo necesita para crecer. Si bien este trastorno es poco común, es más común desde el nacimiento, aunque puede ocurrir en adultos. Cuando se detecta a tiempo, especialmente en niños, la deficiencia de la hormona del crecimiento a veces se puede tratar con terapia de reemplazo hormonal.
Si bien este tratamiento no es eficaz para todos, se ha demostrado que ayuda a muchos con este tipo de problemas de la glándula pituitaria a alcanzar un nivel de crecimiento relativamente normal en la edad adulta. Si el tratamiento no funciona, o no se administra, una deficiencia de la hormona del crecimiento puede resultar en una estatura más pequeña de lo habitual y, a veces, puede retrasar la pubertad si no prevenirla por completo. En ciertos casos, los problemas pueden tratarse eficazmente sin causar daños importantes a la salud. A pesar de esto, los problemas de la glándula pituitaria son graves y deben abordarse lo antes posible.