La placenta humana es ?nica entre los ?rganos porque se forma con un ?nico prop?sito y luego se descarta despu?s de su uso. Cuando un ?vulo fertilizado se adhiere al ?tero, la placenta permite que el ox?geno y los nutrientes lleguen al feto en desarrollo desde el torrente sangu?neo de su madre y elimina sus desechos. En algunas culturas, se considera que la placenta humana es una extensi?n o compa?era del beb? y se desecha con reverencia. Comer la placenta, o placentofagia, es com?n entre los animales, pero algunas personas creen que tiene beneficios m?dicos y psicol?gicos. Algunos lo consumir?n despu?s del nacimiento o lo usar?n en medicina alternativa o productos cosm?ticos.
Las c?lulas llamadas trofoblastos producen gonadotropina cori?nica humana (hCG) despu?s de la fertilizaci?n para preparar el revestimiento uterino para la implantaci?n. Cuando esto ocurre, se entierran profundamente y comienzan el proceso de formaci?n de placenta. Una placenta humana crece hasta aproximadamente nueve pulgadas (22 cm) de largo y hasta una pulgada (2.5 cm) de espesor, y est? cubierta de vasos sangu?neos venosos. Su color suele ser de un rojo oscuro azul a marr?n, y contin?a creciendo durante el embarazo.
Una placenta humana no solo cuida al beb?. Protege a la madre de su propio sistema inmunitario, que ve al beb? como un aloinjerto o invasor extra?o. La placenta segrega la hormona Neuroquinina B y los supresores inmunes linf?ticos para garantizar que los gl?bulos blancos de la madre no la ataquen ni al feto.
Si bien la mayor?a de las placentas humanas hacen su trabajo adecuadamente, hay complicaciones que pueden amenazar la vida de la madre y el ni?o. La placenta previa es una condici?n en la cual la placenta se encuentra baja en el ?tero y cubre el cuello uterino. Se puede producir un sangrado grave si se desgarra por dilataci?n durante las ?ltimas etapas del embarazo. El desprendimiento de la placenta ocurre durante el nacimiento cuando el ?rgano se separa del ?tero antes de que nazca el ni?o. La p?rdida de sangre abundante y potencialmente mortal puede causar desangrado en la madre y privar al beb? de ox?geno.
En la sociedad occidental, la placenta humana generalmente se incinera despu?s del nacimiento. Varias culturas, como los navajos, los maor?es de Nueva Zelanda y la tribu Ibo de Nigeria y Ghana, lo entierran con ceremonia y reverencia para proteger al ni?o y conectarlo con la naturaleza. Las culturas orientales piensan en la placenta como un elemento medicinal. La placenta altamente procesada a menudo se usa en cremas de belleza como mejora de prote?nas.
Los animales a menudo comen sus membranas de nacimiento por razones no entendidas del todo. Algunas personas creen que comer las hormonas y las prote?nas en la placenta humana alivia la depresi?n posparto y ayuda a la recuperaci?n del parto. Llamada placentofagia, esta pr?ctica no es muy com?n en Occidente. Se deben hacer arreglos con el hospital para la preservaci?n adecuada del ?rgano si la madre tiene la intenci?n de consumirlo o encapsularlo como un suplemento nutricional. Se pueden encontrar varias pautas de preparaci?n en l?nea.