¿Qué es la anatomía del globo ocular?

La anatomía del globo ocular permite a los humanos y a otros animales ver el mundo que los rodea. Este órgano está especialmente diseñado para procesar luz emitida o reflejada por objetos. Aunque muchos animales tienen la capacidad de ver en niveles muy bajos de luz, la anatomía del globo ocular no permite que funcione en ausencia total de luz. Las células y estructuras especializadas en el globo ocular son responsables del sentido de la vista.

El frente del globo ocular está cubierto por una membrana transparente conocida como córnea. Esta membrana permite que entre la luz, mientras evita que cuerpos extraños entren al globo ocular. Una abertura en la parte frontal del ojo, conocida como la pupila, se contrae y se expande permitiendo que el globo ocular admita más o menos luz. La anatomía del globo ocular en humanos incluye una pupila redonda, aunque la pupila puede ser cuadrada o elíptica en otros animales.

Una vez que la luz ingresa al ojo, forma una imagen invertida en la parte posterior del interior del globo ocular, la retina. Esta estructura está cubierta por células especializadas conocidas como bastones y conos. Las varillas procesan la luz, mientras que los conos permiten que el globo ocular detecte el color. La información recopilada por la retina sale del globo ocular, ingresa al cerebro a través del nervio óptico y se procesa en una imagen visual.

Además de los componentes del globo ocular que permiten que se procese la luz, también hay varios otros sistemas incluidos en la anatomía del globo ocular. Muchos músculos alrededor del exterior de los ojos permiten que el globo ocular se mueva con gran precisión y exactitud. Los músculos son tan sofisticados en muchos animales que un objeto que se mueve rápidamente puede mantenerse directamente en el centro del campo de visión mientras la cabeza gira e incluso mientras el cuerpo está en movimiento.

El globo ocular también requiere un suministro de sangre y vitaminas para que el órgano funcione correctamente. La arteria retiniana, que ingresa al ojo a través de la espalda, a lo largo del mismo canal que el nervio óptico, es la única fuente de sangre y nutrientes para el globo ocular. Los párpados, y en algunos animales la membrana nictitante, son partes de la anatomía del globo ocular que protegen a este órgano sensible del daño.