¿Qué es Puffery?

Puffery es un lenguaje utilizado en la promoción de un producto que está diseñado para hacer que el producto parezca más atractivo con el uso de afirmaciones que generalmente son subjetivas, explosivas y difíciles de probar. Un ejemplo clásico de hinchazón es una señal sobre un restaurante que proclama que tiene las «mejores hamburguesas del mundo». La mayoría de las naciones tienen leyes que permiten libremente a las empresas utilizar la hinchazón, distinguiendo la mera hinchazón de las afirmaciones de hecho reales que podrían engañar a los consumidores.

La característica clave de la hinchazón es que los consumidores no lo toman en serio. Pueden considerarlo al evaluar un producto para decidir si comprarlo o no, pero entienden que el reclamo no es literal. Cuando las baterías dicen que «duran para siempre», por ejemplo, los consumidores entienden que las baterías eventualmente fallarán, pero que pueden tener una vida inusualmente larga. Del mismo modo, cuando un consumidor compra el equipaje «más fino del mundo», él o ella sabe que el equipaje puede no ser realmente el mejor del mundo, porque esto sería difícil de determinar.

Algunas personas han sugerido que algunas compañías pueden cruzar la línea entre reclamos fraudulentos y engañosos. Cuando una compañía de refrescos comercializa un producto “saludable”, por ejemplo, los abogados pueden preguntar si los consumidores deberían considerar que el refresco es más saludable que los productos comparativos o que el refresco es realmente bueno para ellos. Si el reclamo es inflexible, los consumidores comprenden que el refresco es más saludable que sus competidores, pero si es un reclamo engañoso, pueden pensar que el refresco confiere beneficios para la salud.

En muchas regiones, las compañías no pueden ser procesadas por acoso y los abogados pueden tener que atacarlo y recategorizarlo como un reclamo engañoso para probar un caso. Si un consumidor cree en el lenguaje asociado con un producto y no cumple con el reclamo, el consumidor podría argumentar que fue persuadido por lo que parecían ser reclamos fácticos, mientras que los abogados defensores podrían sugerir que una persona razonable entendería que tales afirmaciones no eran literalmente plausibles.

Las personas tienen que estar atentas a esta técnica en el lenguaje utilizado para promocionar productos, ya que a veces puede ser difícil identificar la hinchazón, y en algunos casos, las empresas pueden verse obligadas a incluir renuncias para asegurarse de que los consumidores entiendan que sus afirmaciones son una hipérbole. Un fabricante de cosméticos, por ejemplo, no puede decir que un exfoliante facial es como una cirugía plástica, a menos que incluya un descargo de responsabilidad que establezca que los resultados no son comparables a la cirugía. Como regla general, cualquier reclamo subjetivo que sería difícil de verificar debe tratarse como sospechoso.