La entrada de efectivo es un término utilizado para describir todos los fondos recibidos por una organización como resultado de sus actividades. La entrada puede deberse principalmente a los bienes o servicios que se venden a los consumidores, pero también puede incluir el rendimiento de las actividades de inversión realizadas por una empresa u otro tipo de organización, así como cualquier actividad de préstamo o financiación que la organización pueda ofrecer. Esencialmente, casi cualquier tipo de ingreso para la organización puede identificarse como entrada de efectivo.
Dependiendo del tipo de organización involucrada, generalmente hay una fuente primaria de entrada de efectivo que se incrementa con una o más fuentes auxiliares de ingresos. Las empresas generalmente reciben la mayor parte del flujo de efectivo de la venta de productos a los consumidores, la facturación de esos pedidos y luego el pago de esas compras. Al mismo tiempo, una empresa también puede utilizar algunos de sus recursos para invertir en otras compañías, ya sea mediante la compra de emisiones de bonos o acciones. Incluso existe la posibilidad de que una empresa elija financiar una empresa de algún tipo, posiblemente en forma de préstamo. Cuando este es el caso, los intereses obtenidos del préstamo se consideran entradas de efectivo.
Otros tipos de organizaciones pueden confiar en la entrada de efectivo de un tipo diferente. Las organizaciones sin fines de lucro, como las organizaciones benéficas y las organizaciones religiosas, a menudo dependen de promesas y donaciones abiertas como fuentes principales de este tipo de afluencia. A menudo, esas organizaciones pueden invertir en varios tipos de valores como un medio para generar fuentes adicionales de ingresos que brindan apoyo adicional a las donaciones. Como resultado de una inversión responsable, la organización puede usar una parte de esas donaciones para operaciones en curso, al tiempo que aumenta la utilidad de las donaciones al usar una parte para crear fuentes de ingresos duraderas que ayudan a que la organización benéfica u otra organización continúe operando en el futuro.
La entrada de efectivo es lo contrario de lo que se conoce como salida de efectivo. Si bien el flujo de entrada tiene que ver con cualquier fuente de ingresos o ingresos que recibe la organización, la salida de efectivo implica todos los gastos que paga la entidad, como comprar equipo nuevo o pagar los costos asociados con las operaciones diarias. Típicamente, el proceso contable utilizado por cualquier organización buscará mantener un equilibrio entre las entradas y salidas de efectivo, asegurándose de que la entidad no se atrase en sus obligaciones adaptando sus hábitos de gasto para permanecer dentro de los límites de la entrada de efectivo.
Inteligente de activos.